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Lunes 01 de febrero de 2021
La avenida de los datos
"Falta para que Chile llegue al nivel de Estonia o Nueva Zelandia: nuestras instituciones públicas no siempre guardan sus datos en sistemas compatibles entre sí. ¿Cómo cruzarlas? Y el Instituto Nacional de Estadísticas vive un lento proceso evolutivo".
Mi mamá, egresada del Liceo 1 de Niñas, aprendió “Economía doméstica”. A veces reviso sus cuadernos, brújula de sus gastos.
Los gerentes hoy llenan hojas de cálculo. Complejos casilleros con datos, capaces de establecer relaciones internas y con los datos de otras hojas de cálculo.
Es que las decisiones vienen atadas a muchas fuerzas, nada es tan simple como encender o apagar la luz. A más datos previos a una decisión compleja, mejor.
Las decisiones más complejas son las políticas; no hay problemas simples en la vida pública. Y los “cuadernos” que llevan cada ministerio, cada ejecutivo fiscal o municipal, pueden siempre perfeccionarse.
Países como Estonia, Nueva Zelandia, instalaron en su quehacer un enjambre de hojas de cálculo, de bases de datos, provenientes de todas sus instituciones públicas. Una infraestructura de datos interrelacionados.
Falta para que Chile llegue al nivel de Estonia o Nueva Zelandia: nuestras instituciones públicas no siempre guardan sus datos en sistemas compatibles entre sí. ¿Cómo cruzarlas? Y el Instituto Nacional de Estadísticas vive un lento proceso evolutivo.
Aún así, los políticos cuentan con algunos instrumentos para abordar la complejidad de los problemas. Por ejemplo, la decisión de fortalecer Villa O'Higgins.
Pero avanzamos: uno encuentra en www.registros19862.cl, del Ministerio de Hacienda, datos públicos inscritos obligatoriamente por los municipios sobre cada donación que hagan (a clubes, campeonatos, personas naturales, grupos como los árbitros…).
Y, por ejemplo, el Ministerio de Educación puede relacionar escuelas con demografía de cada localidad; interior, crímenes con luminarias en las calles; agricultura, robo de madera con proximidad a carreteras.
Y más. La Fundación Encuentros del Futuro, Merlín Research, el Ministerio de Ciencias, la Fundación VTR, consultaron con robots telefónicos a 14.500 personas. En estudiodialogos.cl está el análisis de los datos, los dichos sobre el futuro, elementos socioemocionales que dan otro cariz a las simples cifras demográficas.
La semana pasada, en la Comisión Desafíos del Futuro del Senado conversaron expertos en estos temas. La doctora María Paz Hermosilla, de la U. A. Ibáñez, sintetizó lo avanzado hasta ahora y pidió definiciones.
El Instituto Milenio Fundamentos de los Datos, el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social, la Escuela de Gobierno UC y el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, y el Laboratorio de Gobierno de la U. Adolfo Ibáñez se han asociado en un Consorcio abierto para acelerar la aplicación de la ciencia de los datos.
El senador por Valparaíso Kenneth Pugh los comprometió. Se reunirán en abril con expertos internacionales. En mayo, publicarán recomendaciones. En julio tendremos un camino, un plan de trabajo.
“Para así desarrollar un plan de política pública con una infraestructura integrada de datos”, dijo el senador Guido Girardi, presidente de la Comisión: “Sin datos no se mueve la sociedad. Esto es urgente”.
Los gerentes hoy llenan hojas de cálculo. Complejos casilleros con datos, capaces de establecer relaciones internas y con los datos de otras hojas de cálculo.
Es que las decisiones vienen atadas a muchas fuerzas, nada es tan simple como encender o apagar la luz. A más datos previos a una decisión compleja, mejor.
Las decisiones más complejas son las políticas; no hay problemas simples en la vida pública. Y los “cuadernos” que llevan cada ministerio, cada ejecutivo fiscal o municipal, pueden siempre perfeccionarse.
Países como Estonia, Nueva Zelandia, instalaron en su quehacer un enjambre de hojas de cálculo, de bases de datos, provenientes de todas sus instituciones públicas. Una infraestructura de datos interrelacionados.
Falta para que Chile llegue al nivel de Estonia o Nueva Zelandia: nuestras instituciones públicas no siempre guardan sus datos en sistemas compatibles entre sí. ¿Cómo cruzarlas? Y el Instituto Nacional de Estadísticas vive un lento proceso evolutivo.
Aún así, los políticos cuentan con algunos instrumentos para abordar la complejidad de los problemas. Por ejemplo, la decisión de fortalecer Villa O'Higgins.
Pero avanzamos: uno encuentra en www.registros19862.cl, del Ministerio de Hacienda, datos públicos inscritos obligatoriamente por los municipios sobre cada donación que hagan (a clubes, campeonatos, personas naturales, grupos como los árbitros…).
Y, por ejemplo, el Ministerio de Educación puede relacionar escuelas con demografía de cada localidad; interior, crímenes con luminarias en las calles; agricultura, robo de madera con proximidad a carreteras.
Y más. La Fundación Encuentros del Futuro, Merlín Research, el Ministerio de Ciencias, la Fundación VTR, consultaron con robots telefónicos a 14.500 personas. En estudiodialogos.cl está el análisis de los datos, los dichos sobre el futuro, elementos socioemocionales que dan otro cariz a las simples cifras demográficas.
La semana pasada, en la Comisión Desafíos del Futuro del Senado conversaron expertos en estos temas. La doctora María Paz Hermosilla, de la U. A. Ibáñez, sintetizó lo avanzado hasta ahora y pidió definiciones.
El Instituto Milenio Fundamentos de los Datos, el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social, la Escuela de Gobierno UC y el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, y el Laboratorio de Gobierno de la U. Adolfo Ibáñez se han asociado en un Consorcio abierto para acelerar la aplicación de la ciencia de los datos.
El senador por Valparaíso Kenneth Pugh los comprometió. Se reunirán en abril con expertos internacionales. En mayo, publicarán recomendaciones. En julio tendremos un camino, un plan de trabajo.
“Para así desarrollar un plan de política pública con una infraestructura integrada de datos”, dijo el senador Guido Girardi, presidente de la Comisión: “Sin datos no se mueve la sociedad. Esto es urgente”.
