Esta película, al comienzo, está firmada por Kata Weber y Kornel Mundruczo, aunque en los créditos finales se separa la autoría: una guionista y un director húngaros, juntos desde “Dios blanco” (2014) y “La luna de Júpiter” (2017), por lo que “Fragmentos de una mujer” es su primera película fuera de su país, en Estados Unidos, para una historia que en la primera media hora se concentra en el comedor, baño y dormitorio de un departamento, donde Martha (Vanessa Kirby) espera dar a luz, es niña y podría llamarse Ivette.
Mundruczo es un director provocativo y algo caótico, donde “Dios blanco” cuenta la lealtad de una niña con su perro Hagen, pero también es un alegato contra el maltrato animal y una historia fantástica, con la ciudad invadida y atacada por una jauría.
“La luna de Júpiter” transcurre en medio de la migración hacia Hungría, con un inicio terrorífico y espectacular, para que un médico alcoholizado y corrupto, se encuentre con un joven sirio que puede volar, para una historia que, de nuevo, se construye con fe y fantasía.
Kornel Mundruczo es un director generalmente nominado y esperado en los festivales europeos, y más de un vez premiado.
El título “Fragmentos de una mujer” aparece a la media hora, y en los primeros ocho minutos presenta a los tres protagonistas iniciales, en rigor, cuatro.
Martha a punto de dar luz, y su esposo Sean (Shia LaBeouf), de otro nivel social y sin el aire universitario y ejecutivo de la mujer. La matrona que debía llegar, Bárbara, no viene, y en su reemplazo aparece Eva (Molly Parker), para una dolorosa y trágica ceremonia, con sus capítulos de contracciones, dilatación, daño fetal, arcadas, ritmo cardíaco, náuseas y quejidos, todo filmado en un plano secuencia de 22 minutos.
Después de ese inicio, la película lentamente recupera el aliento narrativo, y sigue el itinerario emocional de Martha, demolida, triste, con desesperación por hacer el duelo y con ganas de culpar a alguien, pero no sabe a exactamente a quién.
Sean está a mano, pero ese personaje y los otros personajes masculinos, por toscos y limitados, no valen la pena. Están en la categoría de una subtrama lateral y adúltera, que en la película ocupa el mismo lugar que merecen los personajes masculinos: secundarios y tirando a inútiles.
El foco está en el otro género.
En Eva, la matrona, que fue noticia, está lejos y probablemente será procesada.
Y queda su madre Elizabeth (Ellen Burstyn), una mujer rica, dura y decidida.
Esta es una película claramente femenina, acaso eso explica las firmas y la autoría compartida al comienzo, que encuentra su mejor y más profunda intensidad, en esas relaciones, precisamente: la de madre e hija.
Será Martha con Elizabeth, una mujer que ha vivido demasiado.
Será Martha con Ivette, que apenas alcanzó a ser mujer.
En esa corriente fértil y comprometida, está la película prometida.
“Pieces of a woman”. Canadá - Hungría - EE.UU., 2020. Director: Kornel Mundruczo. Con: Vanessa Kirby, Shia LaBeouf, Ellen Burstyn. 126 minutos. Netflix.