El NY Times del martes contó que hubo que corregir la cima de un edificio en construcción cerca de un aeropuerto para no perturbar los aterrizajes.
Los cálculos del rascacielos habían fallado: los ingenieros usaron una medida de un pie (foot), diferente del pie que aplicaron los constructores.
Que en EE.UU. haya dos medidas de un pie proviene de un estándar que fue definido en 1893, diferente a otra medida, la internacional, fijada en 1959. Los ingenieros en geodesia en ese país saben que unos pocos estados exigen usar el pie internacional; en otros, no se sabe cuál rige. En Arizona, usan ambas medidas.
Dos km equivalen a 6.561,68 pies internacionales y a 6.561,67 pies de 1893. En un millón de pies, la diferencia es de un pie internacional. Desde el 1 de enero de 2023 regirá solo el pie internacional (aunque la orden de integrarse al sistema métrico internacional data de 1866).
La situación actual confunde a humanos y computadores. Y en Arizona, las medidas de altitud están en pies de 1893; las de superficie, en pies internacionales. Por suerte, cuentan con GPS.
Le envié el artículo del NYT al profesor de Ingeniería de la U. Católica, Ignacio Lira, especialista en metrología. Lo admiro: es quien investiga y enseña a asegurarse de que un metro es un metro, que un newton es un newton, que un grado es un grado.
Casado, comprobé nuestras limitadas capacidades culinarias y compré un recetario más preciso que “La cocina popular”, un juego de cucharas y tazas de medida, un termómetro, una olla eléctrica.
Nos fueron resultando los guisos, producto de una físico-química exacta. Así, cuando el profesor y premio nacional de Ciencias José Miguel Aguilera publicó su libro “Ingeniería gastronómica”, sintonicé con él de inmediato. Su laboratorio de gastronomía en la escuela de Ingeniería UC se fundamenta en medir.
El profesor Lira me envió una recopilación de la Asociación de medidas de EE.UU. que relata algunos desastres del medir mal, como sabe cualquier costurera o sastre. Tres de estos:
-Un médico, en 2004, le prescribió 0,75 mililitros diarios de un jarabe a un niño enfermo, pero el farmacéutico etiquetó el frasco “3/4 cucharaditas al día”. Tras un mes, otro médico se dio cuenta del error. El niño, ya sano, arriesgó sufrir fuertes temblores.
-Un avión de carga coreano volando desde Shanghái a Seúl recibió la orden de subir a 1.500 metros; pero el piloto entendió 1.500 pies. Al descender, capotaron. (En China, Mongolia y los países de la ex-URSS miden la altura en metros). Murieron 8.
-El primer satélite climático extraplanetario, el Orbitador climático de Marte, lanzado en diciembre de 1998, no logró ponerse en órbita y cayó al planeta el 23 de septiembre de 1999. El computador abordo midió el ángulo de ingreso a la órbita usando la métrica de newton-segundos (métricos), mientras el computador de la Tierra lo midió en libra-segundos; contradicción catastrófica. El aparato había costado US$ 125 millones.
Ni hablar del puente Cau Cau en Valdivia.