En estos días de cocina de resistencia, de vuelta al recetario hogareño, de remojo de legumbres y darle al guiso, a veces el delivery puede traer algo más de allá afuera. Como, en este caso, el abrir los potes y que salgan aromas algo dulzones, con clavo, masala, cilantro, coco, ajo. Entonces, dejando de lado un rato a nuestros sempiternos y nacionales comino y orégano, vaya la recomendación de la aromática comida india de Rishtedar (ubicado en Providencia y Vitacura). En este caso muy puntual, en porciones de buen tamaño y con el acento de picor específico pedido para cada plato. Impecable.
Para partir, un mix de verduras rebozadas (papa, berenjena, ajíes y más) en harina de garbanzo, un pakora mix ($6.200), con su salsita de cilantro correspondiente. En este caso, que el traslado fue corto, llegaron bien. Pero hay que consignarlo: siempre se corre el riesgo de que la condensación haga lo suyo y que la fritura decline hacia lo latigudo. Vaya la advertencia. Y a la par, la panera: lasun naan, pleno de ajo ($2.350), y tandoori kulcha ($2.900) con cebolla y cilantro. Como buenos panes indios, ambos grandes, irregulares, ligeramente blandengues y francamente adictivos. Y, a diferencia de las frituras, hasta recalentados son superiores.
Ya en los fondos, los dos extremos. Para convencer a los difíciles y poco dados a los exotismos, unas croquetas vegetales con algo de fruto seco, nadando en una salsa donde mandan las castañas de cajú: malai kofta ($9.900), recomendable con cero picante, mientras el grado máximo de capsaicina fue solicitado para el pollo en una salsa atomatada, el murgh punjabi ($10.000), que venía en trozos a punto, no recocidos. Y con un ardor satánico/maravilloso.
Para insistir en lo vegetal (igual siempre un cordero es recomendable), unas lentejas naranjas al curry (dal tadka, $7.600) que nunca defraudan, junto a unas berenjenas maravillosas. Con un toque ácido característico (de ahí el nombre de “achari”, que remite a los encurtidos), las achari bengan ($9.000) son ideales para un picor medio, lo mismo que las lentejas.
En esta ocasión no se pidió arroz, ya que se hizo uno del tipo basmati en casa. Se recomienda pedir siempre una o dos porciones del mismo y, si quiere sorprenderse otro poco más, sume un arroz con frutas y frutos secos, el kashmir pulaw. Como para terminar de insistir en lo exótico, que igual ayuda a salir del encierro, de alguna manera.
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