Entre las 8 y las 9 de la mañana de hoy, hora de Chile, transmiten desde el Reino Unido un seminario sobre ética: la ética de los “estudios de desafío” en humanos. O sea, experimentos médicos en voluntarios humanos. (Ver https://bit.ly/2LsS2Of).
Al voluntario le inyectan la vacuna posible y después de un lapso, lo enferman con el SARS-CoV-2. Aparece el covid-19. Si la vacuna es buena, desatará las fuerzas defensivas en el cuerpo, el voluntario mejorará. Luz verde para la siguiente etapa.
Cuatro expertos en bioética participan en el seminario de hoy. Discuten los principios que regulan estos experimentos en humanos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó, el 6 de mayo, el documento base de la discusión ética. En inglés está en https://bit.ly/2T852Nj. En su redacción participó la Dra. Carla Sáenz, de la U. del Desarrollo.
No averigüé si les pagan a los voluntarios. Pero la revista Wired del próximo junio traerá un fantástico reportaje de la periodista Brooke Jarvis: “El primer disparo: adentrándonos en el atajo hacia vacuna para el covid”.
Cuenta por qué, un hombre sano, Neal Browning, 46 años, ingeniero de redes en Microsoft, se ofreció como voluntario. Hacía 18 días, el virus infectó a un adolescente que vivía a 16 km de su casa en el estado de Washington. Al día siguiente, supo de la primera muerte en EE.UU. por el virus, en el hospital, a 8 km de su casa.
Así, cuando un amigo le contó que buscaban voluntarios para probar una posible vacuna, se ofreció.
Discutió con su madre y su polola, ambas enfermeras, sobre los riesgos de inyectarse el SARS-CoV-2. Pero, cuando la TV mostró las muertes en un hogar de ancianos vecino, cuando la autoridad cerró espectáculos, y luego colegios, y luego empresas… “Era el momento; no tuvo dudas, solo esperanzas”, escribe Wired.
La OMS declaró la pandemia. A los 5 días, la aguja con la vacuna empujó 25 microgramos de líquido en el brazo derecho de Browning.
A esperar la batalla invisible, el sistema inmune reaccionando, paralizando el virus. Los investigadores creen que en junio tendrán resultados.
Avanzaron tan rápido porque desde 2013, en la U. de Texas, crearon un laboratorio para estudiar dos familias de virus; una, los Coronavirus. Apenas los chinos secuenciaron su genoma, el 10 de enero, los tejanos empezaron a aplicar lo ya estudiado por dos años.
Para el voluntario Browning, escribe Wired, los riesgos de inyectarse parecían escasos ante la amenaza global de la enfermedad.
La medicina tiene una triste historia de pruebas de medicamentos en grupos ignorantes del riesgo. Hoy la OMS exige que estas pruebas tengan el explícito consentimiento del paciente.
También pide respetar una evaluación de peligros y de beneficios potenciales, consultas a otros expertos, la elección de un candidato que corra menos riesgos.
A mediados de abril, la OMS reconoció a 78 equipos buscando vacunas contra el covid-19. Algunos en Chile. Según “Wired”, el promedio histórico de éxito es el 6%.
Gracias a los Browning, generosos conejillos de Indias.