En la columna anterior analizábamos cómo los niños deberían mantenerse en casa por la cuarentena y las actividades que podrían realizar junto a los padres para aliviar esta compleja situación. Como este período se puede prolongar, es necesario conocer los efectos que puede tener un período extenso de encierro en la casa, sin posibilidades de jugar y conversar con sus amigos. A raíz de la epidemia de coronavirus en el mundo, los científicos han revisado muchos estudios del efecto de la cuarentena en el ámbito psicológico.
Un estudio reciente del Lancet, del 14 de marzo de 2020, resume las investigaciones realizadas hasta el presente, señalando que lo más importante para disminuir los posibles efectos nocivos es apelar al altruismo, haciendo comprender a las personas que la cuarentena es necesaria por un bien superior de la sociedad. Esto es muy importante explicárselo a los niños.
Algunas recomendaciones muy simples para evitar o minimizar el impacto psicológico que pueda tener una cuarentena es establecer rutinas, para que el paso del tiempo sea lo más grato posible. Junto a lo anterior, hay que evitar el miedo a la infección del virus, que crea mucha ansiedad y en el caso de los niños es pertinente decirles que si se infectan va a ser como un resfriado, con muy pocas posibilidades de que se agraven. En este punto, no es conveniente contarles que el virus es muy grave para los adultos mayores, porque entonces la ansiedad se va a trasladar al temor de que se enfermen y agraven sus abuelos, tíos o tías de mayor edad, especialmente cuando son muy cercanos.
También es importante evitar el aburrimiento, para lo cual hay que programar actividades entretenidas durante el día, por ejemplo: cocinar juntos, tener un tiempo de lectura en familia, buscar algo que aprender en internet, hacer juegos o palabras en otro idioma y algo que se relacione con los intereses de los niños. En relación con las tareas escolares, es bueno acordar las reglas en un momento de tranquilidad, para no tener que negociarlas todos los días. Es importante mantener informados a los niños en forma transparente, de tal modo que no se imaginen cosas irreales. En este sentido, en Chile contamos con autoridades que informan día a día de los avances de la enfermedad y las medidas que se van adoptando, lo que da tranquilidad a la población y también a los niños.