Tener a los niños en casa aislados por la cuarentena representa una fuerte demanda no solo para los niños, sino para los adultos de la familia, que deben organizarse con poco apoyo externo para conectarse con sus necesidades y cumplir las demandas de los niños en la casa. Por el riesgo que significa el coronavirus para los adultos mayores, por un mínimo de precaución, ya no se cuenta con el apoyo de los abuelos para cuidar y entretener a los niños. Son los padres quienes deben asumir la tarea, los que muchas veces deben continuar trabajando.
Dos elementos que suelen estar presentes en la mayoría de los niños son, por una parte, la ansiedad de enfermarse ellos mismos, sus padres y sus abuelos, y por otra el aburrimiento, al no poder estar con sus amigos ni poder salir de la casa a jugar.
Para la ansiedad, lo más importante es compartir con los niños información acerca de la epidemia para que comprendan, sin entrar en pánico, por qué deben cuidarse y sentir que sus padres están allí para protegerlos, cuidarlos y consolarlos. Circulan en la red diversos materiales como videos y cuentos que explican en qué consiste el coronavirus, las razones por las cuales hay que aislarse y por qué es tan importante lavarse las manos. Los WhatsApp familiares y de los colegios pueden ser muy importantes en la difusión. A partir de ellos se pueden escuchar las preocupaciones de los niños y tener conversaciones que les permitan expresar sus emociones y recibir informaciones que los tranquilicen.
Si hay algo que tranquiliza y es terapéutico para los niños, es el juego, que además cumple una importante función psicoeducativa y combate el aburrimiento. La variedad de juegos favorece la creatividad y la estimulación de diferentes funciones. Para ello sirve recordar los juegos de la infancia y adaptarlos a las edades de los niños. Es crucial seleccionar bien los juegos de pantalla (iPads, smartphones), de tal modo que la cuarentena no se transforme en tener a los niños permanentemente pegados a las pantallas. Los niños necesitan moverse, y es increíble la cantidad de juegos que pueden inventarse con una simple pelota. Hay que hacer ver a los niños que se trata de una situación excepcional, que no será eterna y que puede significar un inmenso beneficio para ellos y para la convivencia familiar.