En los primeros minutos de este nuevo documental de Netflix, la popular cantante Taylor Swift explica que desde pequeña siempre quiso ser considerada una “buena chica”. Y durante los 80 minutos restantes, la realizadora Lana Wilson se dedica a probar que ya lo es. Mezclando imágenes de archivo y material captado en la intimidad de la rutina de Taylor Swift, el documental recapitula la exitosa carrera de la cantante, poniendo al espectador en sus zapatos a la hora de revisar cada una de sus rencillas con el mundo. Desde sus encontrones con Kanye West, hasta su relación con los paparazzi, retratándola como una artista sensible que ha enfrentado con entereza la soledad y el dolor que irremediablemente llegan con el éxito. Y lo que para los no conversos parecerá una pieza publicitaria sin mucha novedad, para los fanáticos será un regalo celestial. Una experiencia que ciertamente se disfruta más desde el nicho.
En Netflix.