Hay películas originales de Netflix que pierden mucho en pantalla pequeña. “El rey”, de David Michôd, es una de ellas. Y no porque sea un rimbombante espectáculo visual, sino por lo contrario: es un relato sobrio de silencios importantes, y sutilezas actorales que se beneficia mucho de un visionado sin distracciones. Timothée Chalamet interpreta a Hal, el príncipe de Inglaterra que prefiere pasar sus días emborrachándose y renegando de su relación con el palacio. Hasta que la muerte de su padre lo transforma en Enrique V y sus problemas pasan de la resaca, a llevar a toda su nación a una inevitable guerra con Francia. El director de “Animal Kingdom” (2010) consigue en esta película un estudio de personajes muy bien logrado, con un elenco que da lo mejor de sí y que hace brillar a cada una de sus estrellas. Chalamet sale airoso de un personaje difícil que transita por recovecos impensados, Joel Edgerton (que coescribió el guión) resulta entrañable en su nobleza y Robert Pattinson se luce con un personaje que haría creer que le calza mejor el Guasón que el Batman que protagonizará en 2021. Una historia elegante y muy bien servida, que tiene más de Shakespeare que de historia universal, y que viene a engordar el catálogo de “prestigio” en el que tanto ha invertido Netflix.
“The king”. 2019. 140 min.