Me tienta la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y Tecnología. Lo entregó la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt). Está en www.conicyt.cl.
Estudió la percepción de la ciencia y la tecnología que tiene mi grupo: los mayores de 60 años.
¿Cómo somos hoy?
Creemos en los milagros (un 74,9%, más que todos los otros grupos de edad, cuestión no del todo científica), los más jóvenes creen menos (un 67,5% entre los 15 y 29 años). Somos quienes menos buscamos en diccionarios o internet (38,7% contra un 72,8% entre los menores de 29); los que menos pagamos cuentas por internet. Vamos al mall (un 65,4%; en cambio, todos los menores de 60 van mucho más, de 82,2% para arriba). Vamos menos que los otros grupos de edad al estadio, a los museos, pero un importante 20,3% ha visitado un parque nacional o una reserva ecológica.
Opinamos que la medicina, la física, la ingeniería y la psicología son claramente científicas. No tanto la economía ni menos la teología. Asignamos prestigio a los médicos, ingenieros, científicos, profesores; poco a los políticos, religiosos, militares. No sabemos que todo el oxígeno proviene de las plantas (un 70% lo ignora) y nos va mal en otros conocimientos. Nos quejamos de nuestra educación en ciencias.
Si tuviéramos que consultar ante una duda técnica, preguntaríamos sobre todo a los científicos e ingenieros (54,7%); menos a los grupos ciudadanos (14%).
Nos interesan más los asuntos policiales, los deportes, que la ciencia y la tecnología. Nos sentimos más informados de política que de ciencia. Pero miramos TV sobre ciencia, tecnología, naturaleza; leemos las noticias científicas en los diarios; miramos programas o documentales en internet.
Valoramos la ciencia para la salud, para cuidar el entorno, para comprender el mundo. No nos sirve para opinar de política; sí para ver qué consumir. Pero tememos que se pierdan puestos de trabajo. No nos gusta el estilo de vida artificial que, creemos, la ciencia y la tecnología están produciendo. Y opinamos, sobre todo en el sector rural, que dependemos demasiado de la ciencia y no lo suficiente de la fe.
Nos parece que el Estado es el que más invierte en investigación. Aumentaríamos la inversión, sobre todo, en medio ambiente (21,8%) y justicia (18,4%). Los menores de 30 años invertirían más en ciencia (7,1%), mientras solo un 4,5% de nosotros opina igual. Y esa inversión proponemos canalizarla en fuentes de energía renovables, agua para regadío, en combatir la contaminación.
Apreciamos la ciencia y la tecnología mucho más de lo que la tememos. Buscamos más inversión en ciencia, cultura y cuidado del medio ambiente.
Así somos los mayores de 60, conscientes de la ciencia y la tecnología.
El Festival de la Ciencia, que partió el fin de semana en todo Chile, mostrará el interés en esto: la ciencia, el conocimiento, la tecnología y la innovación. Los menores irán más.