Entre “Los siete pecados capitales” (1995) y “Zodiac” (2007), David Fincher se lanzó a las profundidades de la mente de los asesinos seriales. Hasta que en 2017 ocurrió lo que muchos esperaban. Fincher y Charlize Theron estrenaron en Netflix la adaptación de la verdadera historia de los dos agentes del FBI que lo empezaron todo, estudiando metódicamente a esta nueva estirpe de criminales, los “asesinos de secuencia”. Con el fin de crear perfiles psicológicos y así anticipar los movimientos de los asesinos, algo que necesitaban con extrema urgencia. En la segunda temporada, los agentes Ford y Tench reciben más recursos, y una validación de su trabajo que tiene mucho de política, lo que los lleva a entrevistar a asesinos seriales que a estas alturas ya gozan de estatus de estrellas de rock. Es así como Ed Kemper, “El hijo de Sam” y el mismísimo Charles Manson se plantan frente a los micrófonos de los agentes, contaminando con su maldad las ya atribuladas mentes de los investigadores. Una serie prolija como solo David Fincher podría imaginar, con unas actuaciones que van desde lo impresionante hasta lo magistral, y con diálogos que crispan los nervios. Pocas veces una serie recompensa tanto la atención del espectador como “Mindhunter”, y aún menos veces el horror se vio tan bien. Imperdible.
“Mindhunter”. EE.UU., 2019. Segunda temporada disponible en Netflix.