Viajar es una experiencia vital que conecta a las personas con otros lugares, con otras lenguas y otras costumbres, ampliando el horizonte cultural. Sin embargo, a los pocos días de volver de sus viajes muchos niños han olvidado mucho de lo vivido y se quedan con una imagen más bien difusa de lo que hicieron.
El notable científico inglés Oliver Sacks, en su libro “En movimiento: una vida”, relata su encuentro con una persona que tuvo una gran influencia en su vida y que, entre otras cosas, lo impulsó a viajar después de egresar de la universidad, diciéndole: “Y ahora viaje, por supuesto… si tiene tiempo. Pero viaje de la manera correcta, tal como viajo yo. Siempre leo y pienso en la historia y geografía del lugar. Y en esos términos veo a sus gentes, ubicadas en el marco social del tiempo y el espacio. Fíjese en las praderas, por ejemplo, pierda el tiempo visitándolas a no ser que conozca la saga de los colonos, la influencia de la ley y la religión en diferentes épocas, los problemas económicos, las dificultades de comunicación, y los efectos de los sucesivos hallazgos minerales”. Es un excelente consejo para cualquier viajero.
Todo viaje parte mucho antes de la partida. Investigar un poco sobre el destino antes de salir, genera expectativas en los viajeros y ciertamente aprenderán más. Se sostiene, y con razón, que cuanto más sabe uno de algo más aprende, y esto se aplica también a los viajes. La información nos orienta adónde ir, qué es lo relevante de mirar, cuáles son las características del lugar y cómo son los lugareños. Intercambiar las informaciones que se van recogiendo es como empezar a viajar un poco antes.
Julia, madre de dos niños y fanática de los viajes, cuenta: “Apenas de vuelta de las vacaciones empezamos a planear el próximo viaje. Cuando tenemos definido el lugar, una vez al mes a la hora de comida nos turnamos para contar algo sobre el destino que vamos a visitar. Yo a veces invito a comer a alguien que haya vivido o visitado antes el lugar. Durante el viaje les regalo un cuaderno para registrar la experiencia, que funciona como álbum de viaje en el que pegan recuerdos, escriben un poco o dibujan. Algo simple para recordar y compartir”.
Un viaje puede transformarse en una experiencia inolvidable poniendo un poco de esfuerzo en buscar información antes de viajar, registrando lo vivido y recapitulándolo de diferentes formas.