Tan nuevo y de paquete es este local, que parece un refrigerador al que le faltan sus imanes. Ubicado en Galvarino Gallardo, casi esquina Antonio Varas (a pasos de Renovación Nacional, por más señas), ha aparecido hace muy poco este sitio dedicado a los sándwiches con su cuota de estilo propio. O sea, con un sabor singular, aparte de un tamaño manipulable que ayuda a comerlos sin cubiertos (gracias, gracias, al igual que en la sanguchería peruana La Gloria). Con una carta breve y el aire minimalista antes descrito, se concentran en unas pocas preparaciones, de las cuales se probaron cuatro.
1.-Crispy korean chicken ($5.500). Con pollo apanado bien crujiente y no seco —ojo—, con repollo, zanahoria, cilantro (rico, se notaba) y
kimchi mayo a la que, por piedad, apenas se le notaba lo picante. Cuando uno lee “kimchi”, esa maravilla fermentada coreana, uno espera un puñetazo de capsaicina, no un airecito de “por aquí pasó”.
2.-Donkatsu chachan ($5.500). Chanchito también a punto, cero tieso en su interior y muy crocante en su exterior. Se notó lo de recién hecho: estaba requetecaliente. Con lechuga, cebolla grillada y mayo de siracha, otro picor leve (y ya: también entregan en Chachan un potecito con esta salsa tailandesa, si uno lo pide).
3.-Veggie burguer ($5.500). Una hamburguesa de falafel bien sabrosa y algo pastosa, la que hacía contrapunto con algo de tomate (variedad pera, más rica), su lechuga y un par de rodajas de nabo no anunciadas, pero muy bienvenidas. Harto jugosa al darle el bajo.
4.-Cheeseburger bacon onion ($5.400). Gran sorpresa, porque como la carta se presenta más exótica, la hamburguesa resultó un triunfo de lo convencional: rica carne y con ese maravilloso toquecito quemado (es positivo, no confundirse) en el exterior. Con generoso tocino, cebolla grillada y el queso justo (que cuando abunda, daña).
Se pidió una porción de papas fritas ($1.200), no inolvidables, y para acompañar, unos jugos marca Bless bien sanos/ricos (con unas mezclas del tipo limón+manzana+jengibre, a $1.800). El postre, buen remate, un vasito desechable con trozos de
brownie de chocolate blanco con almendras y salsa de toffee, a $3.200.
En resumen: buena comida al paso (porque no es que invite a quedarse) o para
delivery, con estilo bien propio y harta calidad en sus detalles. Ojalá con más clientes —que merecen— mantengan sus buenos tiempos de cocina (es autoservicio en el mesón).
Galvarino Gallardo 1546. 92255575.