Después de una experiencia —recurriendo a la terminología ad hoc parrillera— “término medio” en su anterior local en Nueva Providencia (donde ahora venden shawarmas, ojo), es un gusto encontrarse con una nueva casa y mejoras evidentes en esta parrillada. Instalada entre los restaurantes Baco y Rívoli, en el Patio del Sol, tras el Dos Caracoles, debutó hace poco el nuevo Pampas Fuegos Argentinos. Con algunos reajustes más que razonables de unos precios insólitamente bajos (la malaya con rusa de $2.800 a $3.900, y el vitelthone —insisten, eso sí, en tenerlo mal escrito en la carta— de $2.500 a $3.800), siguen en la misma misión: la de darle al carbón y a la argentinidad. Buena cosa.
Con rica panera, dos entrantes con identidad y sabor. Un trozo de polenta grillada con queso —crujientita—, tomates secos y unas hojas de rúcula ($3.800), y la meditación adjunta de por qué no comemos más por acá esta maravillosa encarnación del choclo. Y una de esas maravillas que para algunos no lo son: rodajas de lengua en vinagreta ($3.800), al dente, con abundante perejil crespo. Un entremés bien trasandino.
Con los fondos, todo bien en sabor, aunque no en materia de tiempo en un caso. Se pidió un asado de tira ($9.500), que en la carta se avisa demorará 30 minutos. Sugirieron pedirlo en corte bandera, transversal, para que llegara antes. Pero igual llegó a la media hora finalmente. En fin. Ajustes. Uno que también podrían hacer en el tamaño de la ensalada de acompañamiento ($4.500), un poquito mezquina en tamaño.
Y, vamos —nuevamente— a lo rico: el sabor y el punto del ya mentado asado de tira. Lo mismo con un lomo liso relleno de queso y pimentón ($11.200), tres cuartos como se pidió, blando y con esa cuota extra de sabor en su interior. Completó el cuadro una milanesa a caballo ($6.500), con la fritura impecable, su huevo frito perfecto y unas papas provenzales que ayudan a olvidar a esas frigorizadas de paquete. Un pack perfecto.
Con una atención diligente —con cambio de cubiertos, OK, y llegada de la boleta muy rápida—, quedan las ganas de volver por unas pamplonas, o por esa malaya en formato pizza, o por una tabla de achuras (si es que tienen mollejas, que esta vez no había). Con unos ajustes, ojalá tengan larga vida en un local que ha tenido demasiados y peregrinos habitantes.
Nueva de Lyon 105, local 9. 978264163.