Una lata que el telepeaje no funcionara a plena capacidad este fin de semana. Queremos velocidad, acostumbrados a que todo fluya.
Mis nietos no pueden creerme cuando les cuento cuán lento me conectaba por teléfono a Bitnet, a fines de los 80. Resultaba imposible transmitir imágenes.
La semana pasada la Red Universitaria Nacional, Reuna, que ya conectaba Santiago con Vicuña y La Serena a velocidades capaces de transmitir 22.222 videos en resolución Full HD (1.080 pixeles), amplió su gran carretera de fibra óptica.
Ahora, cinco universidades: de O'Higgins, de Talca, del Biobío, de Concepción, de La Frontera, se incorporan a esa supervelocidad. Así, investigadores de la U. de Concepción podrán analizar datos astronómicos generados en elTololo sin esperas. O sus médicos podrán brindar una telemedicina confidencial e instantánea.
Es como nuestra Ruta 5, pero con decenas de pistas desde La Serena hasta Temuco, en 1.650 km.
Los rectores del Sur se telejuntaron para la inauguración. El rector de la U. de La Frontera, Eduardo Hebel, invitó a evitar perder días de viaje y hacer las próximas reuniones así, con videoconferencia.
El rector de la U. de Talca, el gigantesco Álvaro Rojas, calificó la nueva ruta como “estratégica”. Y la encajó en la política de insertar desde el primer día a sus alumnos en la era digital.
Paola Arellano, la directora ejecutiva de Reuna, abrió los apetitos: no terminará 2019 sin conectar La Serena con Antofagasta. El año próximo, espera llegar a Puerto Montt y enchufarse a la fibra óptica Austral, el cable submarino que llegará hasta Puerto Williams y que ya va en Caleta Tortel. Además, la fibra se extenderá de Antofagasta hasta Arica.
(Y sueñan con un cable submarino hasta las bases antárticas).
Aplanan la cordillera. Reuna se conecta con la Red Clara, un anillo de fibra que recorre Colombia, Ecuador, Brasil y Chile. Y desde Brasil, por dos cables submarinos llegará a Francia y a Mozambique, en África, sin pasar por EE.UU.
El rector de la U. de Concepción, Carlos Saavedra, con disfonía de tanto celebrar 100 años de su alma mater, se proyectó. Dijo que las comunicaciones por fibra óptica ya están alcanzando velocidades de 200 terabytes. No bastan los 20 gigabytes; vamos por más. Y aprovechó para desafiar a los investigadores a que diseñen herramientas para estrujar mejor esta red poderosa. No solo usar, sino que tomar el control.
El rector de la U. de O'Higgins, Rafael Correa, pidió que Reuna prestara servicios en la nube, como Google, ofreciendo almacenamiento, software como servicio. Y que negocie por todas las universidades para alcanzar mejores tarifas en licencias y acceso a la red.
Ese mismo día los ministros de Economía y de Ciencia habían inaugurado el Data Observatory chileno. Un monstruo que procesará datos.
Los ingenieros afirman que “el camino engendra desarrollo”.
Este nuevo camino desarma los tacos, hace más potentes a las regiones, y dispara nuevas creaciones. Los datos zumban, a toda velocidad, entre las universidades de La Serena a Temuco… por ahora.