La publicación del libro “Las primeras. Mujeres que abrieron camino en Chile” constituye un valioso logro editorial de la revista “Ya”, que ha sido pionera en destacar la participación femenina y denunciar las discriminaciones. En palabras de Consuelo Montoya, editora de Ediciones El Mercurio, este libro busca constituirse en un texto de referencia en el tema. Asimismo, cruzando los diferentes ámbitos del quehacer nacional, el texto va mostrando los aportes destacados de mujeres que al incursionar en nuevos campos abrieron puertas y señalaron caminos. La incursión en nuevos dominios rompe barreras y estereotipos, contribuyendo a liberar a las mujeres de una cultura que las excluye y las limita. Esta recopilación de biografías es una invitación a las nuevas generaciones a la libertad de explorar sin estereotipos.
Sin duda se trata del protagonismo y el liderazgo femenino, pero lo más valioso es el rescate de lo que ellas aportan. Chile no sería el mismo sin el trabajo esforzado y generoso de sus mujeres, su contribución a construir un mejor país, más solidario, más justo y más amable.
La ministra Isabel Plá, ministra de la Mujer y la Equidad Género, presentó el libro desde el concepto de visibilizar el aporte femenino, central en la reivindicación de los derechos de la mujer. Como plantea Mary Beard en su libro “Mujer y poder”, las mujeres han sido silenciadas en la esfera de la vida pública, dominada por los hombres, y cuando logran incorporarse al mundo laboral pocas veces lo hacen en igualdad de condiciones con sus compañeros. Las mujeres han estado destinadas a hacerse cargo del mundo doméstico y la vida familiar, áreas de las que los hombres han sido y son marginados. Consuelo Valdés, ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, dijo en su ponencia que el esfuerzo por construir un mundo más justo, que reivindique el aporte femenino, debe hacerse por las que están por venir, las niñas.
“Las primeras” es un libro que no debería faltar en ninguna biblioteca escolar. En la biografía de Jessica López, una de “Las primeras”, dice: “Las mujeres tenemos que creernos más el cuento de que podemos, que somos capaces, declararlo y movernos por eso”.