EN ESTA CIUDAD, DONDE HAY NUMEROSA COLONIA ÁRABE, cuesta encontrar buena cocina árabe. Cosa rara. Pero hemos encontrado un lugar, casi al nivel de picada, con la ventaja de bajos precios, atención amable, cocina hecha diariamente (nada se congela) y grandes porciones, aunque juega en contra la carta quizá demasiado breve, la poca disponibilidad de vinos y cervezas, y la infraestructura muy, muy sencilla.
Pero la calidad de Yamile es, en general, estupenda. ¿Quiere Usía saber lo que es una hoja de parra rellena blanda, jugosita, tierna? ¿Quiere comer las hojas rellenas de repollo más deliciosas de la plaza (como para no parar de comerlas)?
Estas y otras "pequeñas grandes cosas" le llegarán si pide, de entrada y para al menos dos personas (aunque pueden comer tres sin problema), el Mixto especial ($8.500), el cual trae, además del repollo y hojas de parra, un pimiento, una papa, un zapallo italiano, una berenjena y un enorme ají, todo cocido y relleno con arroz y carne picada. Nosotros pedimos este plato porque era una especie de vitrina de muchas cosas que figuran en la carta, que Madame puede pedir por separado. Un punto que nos deja dubitativos es este: en el caso de todas estas hortalizas el relleno es exactamente el mismo, sin un solo punto de variación, y cuando más luce es cuando el respectivo "envase" es, en sí, bien sabroso, como el repollo, el ají y las hojas de parra.
El plato trae también una especialidad árabe, el mazarin, tripa de cordero rellena con... arroz y carne, y que puede pedirse simplemente cocida o a la plancha (recomendamos a la plancha). Pedir mazarin con, por ejemplo, hojas de repollo y ají relleno, puede resultar una combinación muy rica, y que la amabilidad del lugar permite mezclar (se puede pedir medias porciones, cosa muy conveniente).
El hummus que llega con el pan pita es muy equilibrado, con su punto perfecto de ajo, y la pasta de ají verde con ajo es excelente. Echamos de menos, eso sí, el archifamoso puré de berenjenas, baba ganoush, y debemos decir que el taboulé ($1.500) es de la versión demasiado cargada el perejil y poco al bulgur, ese trigo majado parecido al cuscús.
Catamos dos platos principales: un enorme costillar de cordero relleno (con arroz y carne...), cuya carne, deliciosamente adobada, se cuece larguísimamente y luego se asa ($15.900, comen al menos tres); y un excelente kabbab (media porción, $3.500), que nos sirvieron con arroz árabe: carne molida, sazonada y frita, como una gran croqueta alargada.
Yamile, con esa mano que tiene, está al debe en materia de postres (hay solo una selección de buenos dulcecitos árabes -a $3.500- y otros de tamaño mayor). El café turco que tomamos fue fuera de serie.
Anímese, Yamile: no sea tímida, atrévase con otros platos árabes y métale mano a más postres.
Av. Perú 647, Recoleta, 2 3271 9489.