LOS NIÑOS Y EL GÉNERO DEL TERROR siempre han ido de la mano, ya sean víctimas o victimarios. Acá, la historia sigue a Sarah (Taylor Schilling), quien da a luz a su primer hijo la misma noche en que un asesino en serie es acribillado por la policía. Muy pronto, el pequeño empieza a mostrar señales de poseer una gran inteligencia y de albergar el espíritu del susodicho asesino. Con poquitos personajes (y presupuesto), la historia tiene el suficiente atractivo para mantener el interés, pero dejando de lado un par de "sustos" bien ejecutados, todo llega a una conclusión ni intensa ni sorprendente, con giros diseñados exclusivamente para servir una trama, sacrificando no solo verosimilitud, sino también cualquier posible conexión emocional con lo que ocurre en pantalla (doctor especialista en reencarnación, a ti te hablo). Con todo, una película que se deja ver sin caer en ningún vicio imperdonable, pero sin mucho más que ofrecer tampoco.
"The Prodigy". Canadá, EE.UU., 2019. 92 min. T.E.+7.