Definida como la capacidad de encontrar soluciones originales a las situaciones que nos toca enfrentar, la creatividad, es un gran recurso a nivel individual y social. Para que los niños sean creativos se debe desarrollar su flexibilidad cognitiva, lo cual supone ser capaz de tomar diferentes perspectivas al mirar la realidad.
Ser creativo permite generar nuevas ideas que llevan a encontrar soluciones a los grandes problemas, pero también a buscar caminos diferentes para los desafíos cotidianos.
Desarrollarla en los niños supone acciones concretas y requiere ayudarlos a aceptar el reto de hacer las cosas de una forma diferente, saliendo de la zona de confort y atreviéndose a asumir los riesgos que ello supone. El modelo de los padres es, sin duda, el mejor incentivo.
Si bien las rutinas son esenciales para el desarrollo, tener la capacidad de salirse de ellas es decisivo. Algo tan simple como servir un postre en una copa en vez de un plato o fuente entrega el mensaje de que innovar es bueno.
Dejar espacio para la ensoñación y el ocio favorece la conexión con el inconsciente, más amplio y profundo que la conciencia, por lo que constituye una gran fuente de inspiración.
Comentar y valorar la creatividad de otros, en la vida real y en la ficción, siembra la idea de que crear es importante. Por ejemplo, contarles a los niños cómo Walt Disney tenía en sus empresas un "Rincón para Soñar", o simplemente darse un espacio para conversar sobre los sueños.
La mirada rutinaria y excesivamente realista priva a los niños de buscar alternativas. Cuando todo está hecho y decidido, queda poco espacio para generar cambios. Percibir matices contribuye al enriquecimiento de la creatividad.
Hay conexión entre el desorden y la creatividad. Para hacer algo nuevo, hay que romper con la forma anterior de hacer las cosas y es necesario modificar un orden existente.
La libertad y la divergencia son ingredientes fundamentales para el desarrollo emocional de los niños, y dentro de su natural curiosidad, hay que permitirles que exploren y sueñen. Pero también es bueno recordarles que para cumplir los sueños, es necesario hacer uso de lo que se ha llamado la "ingeniería de la imaginación". Estimule a sus hijos para que le pongan alas a la imaginación y puedan construir sus sueños.