A VECES EL ALMA PIDE TAMBIÉN ALIMENTO, POR LO QUE EMPLUMÁRSELAS HACIA EL CAJÓN DEL MAIPO PUEDE SER UNA OPCIÓN DE RELAJO (aunque la lenta bajada en día domingo al atardecer pueda borrar cualquier felicidad adquirida tras los pastos y el agua que corre, pero en fin). Tras alguna caminata (en este caso frustrada por el granizo, ¡yes!), el hambre busca dónde dejarse caer. Y en esta ocasión fue en la Trattoria Calypso, la cual cuenta con abundantes estacionamientos y sus buenos prados, cancha para el peloteo y hasta un burro (sospechamos, ya que fue visto en la lejanía) por ahí. Este patio gigante es una de las razones por las que se ve a tanta gente con la miniprogenie optando por este lugar.
La apertura es a las doce, de viernes a domingo y festivos. Ya a la media hora hay que anotarse para reservar en un futuro inmediato. En este caso fue una verdadera legión esperando a que se empezaran a desocupar las mesas de los primeros en llegar. Pero como el aire es fino y el pasto verde, el humor no decae. Y como tienen una pérgola donde se puede beber algún alcohol, quienes optan por esta vía algo anestésica esperan con mejor ánimo. Los que no, a ponerse en modo ahorro de energía. Igual podrían vender unas aceitunitas para distraerse, algo.
Ya instalados, la atención es veloz y nerviosa, lo que se agradece tras hacer el necesario acopio de paciencia. Buena panera y, para entrar en materia, un antipasto surtido ($7.900) con paté casero, berenjenas, pimentón, queso, rodajas de tomate con mozarella y crepes de champiñón. Este pedido llegó rápido y vivió poco.
Las pastas llegaron al poco rato, nuevamente sin esperas. Primero, unos tortelloni de camarones con salsa de camarones al pilpil ($10.000). Una oda al ajo y al mar. Rico y fuerte. Aparte, un misto verde ($9.800), con pastas rellenas de espinaca, zapallo y ortiga, en este caso con una salsa de mantequilla y salvia. En ambos casos, masa fina y a punto, lo que sorprende en un sitio con tanto tráfico de público. Aplauso, señores. Y aparte hay otras pastas, con salmón y reineta por ejemplo, aparte de pizzas individuales todos los días, y familiares los días sábados.
Para terminar, una torta Calypso ($4.200) -algo demasiado fría y dura- junto al necesario expreso ($1.100) para volver nervioso/calmado a la ciudad.
Buena experiencia. Además aceptan mascotas, siempre que el humano a cargo se haga responsable y no sea bestia, obvio.
Camino al Volcán 9831, El Manzano. 2 2871 1498.