SE EXTRAÑABA A TAMARA JENKINS. SIN ESTRENAR PELÍCULA DESDE ESA JOYA DEL DOLOR Y LA RISA que es "La familia Savage" (2007), la guionista y directora está de vuelta con otro pedazo de vida disfrazado de dramedy , esta vez bajo el alero de la "producción exclusiva Netflix". Protagonizada por unos tremendos Paul Giamatti y Kathryn Hahn, cuenta la historia de una pareja que, después de años de matrimonio, busca concebir un hijo por todos los medios posibles, no escatimando ningún esfuerzo en ilustrar el desgaste emocional que ello conlleva, y lo hostil que resulta el mundo cuando todo en la vida se pospone por las citas al doctor y las improbabilidades biológicas. Alternando con desconcertante maestría los momentos de tristeza más devastadores con enérgicas risotadas, el relato no deja matiz sin explorar en sus personajes, con un realismo fascinante que bordea el voyerismo y la incomodidad, pero que empuja el retrato de una relación a la sensación de haber presenciado una vida entera condensada en poquito más de dos horas. Servida con tanta maldad como cariño, estamos ante una joya imperdible con la que reír llorando. O llorar riendo, como la vida misma.
"Private life". 123 min. Estreno Netflix.