Andrea Jeftanovic
ESTE AÑO LAS MUJERES HAN MARCHADO EN MUCHOS FLANCOS. Y en Santiago, entre este domingo 7 y viernes 12, también habrá una marcha que reunirá a más de cien dramaturgas internacionales y locales.
Se trata del encuentro Women Playwrights Internacional Conference (WPIC), una organización internacional que desde 1988 busca potenciar y difundir la dramaturgia escrita por mujeres. Para ello se organiza una conferencia cada tres años: en 1988, en su debut en Búfalo, Nueva York, EE.UU, participaron doscientas mujeres de más de treinta países, entre ellas nuestra destacada autora Isidora Aguirre.
Esta es la primera vez que la organización llega a Latinoamérica, teniendo como sede a Chile, y convocando a dramaturgas de veinte países. Sesenta actores y nueve directoras nacionales -Heidrun Breier, Claudia Pérez, Ana López Montaner, Mariana Muñoz, Macarena Baeza, Ana Luz Ormazábal, Amalá Saint-Pierre, Mónica Droully y Verónica Moraga- están a cargo de 32 lecturas dramatizadas de las autoras seleccionadas. Representando a Chile, las escogidas son Lucía de la Maza, Manuela Oyarzún y Catherine Bossans, mientras que para las puestas en escena se cuentan con las compañías de Gisel Sparza y Marita Farías. Durante esos días habrá siete semimontajes, mesas redondas y la exhibición de una película en lugares como GAM, Teatro del Puente o Teatro Nacional Chileno.
Esta vez confieso soy juez y parte, ya que integro el comité organizador compuesto por Sally Campusano, Muriel Miranda, María Carolina Quintana, Ximena Carrera, Carla Romero, Nona Fernández, Constanza Blanco, Daniela Molina y la argentina Leticia Arbeló, quienes fueron invitadas a la conferencia de 2015, en Sudáfrica. En esa oportunidad como investigadora y crítica teatral pude seguir las discusiones y puestas en escena de mujeres del mundo. Dado el privilegio de conocer internamente este evento, me animo a recomendar esta cita global de dramaturgas, directoras, actrices, críticas, investigadoras, de las más diversas latitudes, que por cinco días y cinco noches desplegarán su palabra y cuerpo sobre las tablas. Mujeres que han echado abajo las fronteras culturales y las distancias geográficas, para reflexionar juntas sobre el territorio que las ha unido desde siempre: el teatro.
Esta conferencia se celebra en absoluta sintonía con la tendencia mundial de discusión en torno a la problemática de género, que tiene por objetivo avanzar en la igualdad. Además, este encuentro es particularmente necesario en un país donde las autoras tienden a ser algo invisibilizadas. Hay una genealogía de dramaturgas que no se advierte muchas veces, que se inició en la Generación del 50, en especial con Isidora Aguirre y María Asunción Requena, luego pasando a los 80 con Inés Margarita Stranger, para llegar a la eclosión de autoras del año dos mil con nombres como Ana Harcha, Lucía de la Maza, Ximena Carrera, Manuela Infante, Flavia Radrigán, y más. Y ahora se suma un sinnúmero de autoras muy jóvenes que escriben dentro y fuera de Chile, que viajan a festivales y realizan residencias. Casi podríamos decir "Chile: país de teatreras".
Vale la pena aclarar que no todas las obras son de exclusivo tema feminista. Hay universales, de política nacional, testimoniales, de relaciones de pareja o de familia, de espacio íntimo. Hay registros realistas, delirantes y absurdos. Tampoco es una conferencia separatista; los hombres son bienvenidos, pero el objetivo es poner en relieve el trabajo hecho por mujeres.
No solo se puede marchar en las calles, también se puede marchar sobre los escenarios, en las salas de teatro y sumergirse en el continente femenino que traza sus incógnitas en la escritura, el diálogo y la interpretación. Ahí estarán esperando las 32 lecturas dramatizadas, 10 talleres, 6 puesta en escena, 5 mesas redondas. Al arte, a la pasión y al pensamiento no lo detiene nadie.
Caminar o marchar es una demostración física de convicción interna y de expresión pública. El teatro nos convoca en su ágora, solo hay que acercarse hasta allí.
"Hay una genealogía de dramaturgas que no se advierte muchas veces, que se inició en la Generación del 50, en especial con Isidora Aguirre y María Asunción Requena".