¿Se apunan los locales del centro al cambiar de barrio? Bueno, mientras el Bar Nacional se sostiene en El Bosque, el Ana María en Vitacura no. Mientras el clásico Domino's se convirtió en cadena, ahora es el turno del añoso Ciro's de calle Bandera, ese muy conocido por servir cola de mono todo el año. Con una decoración entre bar de centro y dinner gringo, con sus guiños bien achilenados, esta filial en calle Isidora Goyenechea ofrece una cocina que es bien nacional sin ser campesina. Entre pichangas y sánguches se van desglosando algunos platos como los probados. De entrada, un carpaccio de lengua con salsa tártara ($8.900), en el que la carne estaba rica, pero ni tan blanda, mientras que la tártara estaba falta a la mayonesa. Y junto a este primer plato, una de las FAMOSAS sopas de este lugar, el caldo tronco ($5.100), cuya base es la cocción de las carnes del local, con ají, vino, una gorda picada, trocitos de chancho y de pavo. Una maravilla que está entre los 100 platos que es obligatorio comer en Santiago (materia de un libro que será publicado por editorial El Mercurio, próximamente, gentileza de un servidor).
Siguiendo con lo retro, una maravilla de la llamada "cocina burguesa" de nuestra capital: unas criadillas en fricasé ($9.600), con huevo revuelto, arvejas, abundantes papas fritas y generoso pan frito también. Un ejemplo de arqueología viva, en un lugar donde la tradición se mantiene con firmeza. Y una entraña a lo pobre ($12.900), con sus papas y cebolla bien hechas, y los huevos fritos más al antiguo estilo: algo tostados en sus bordes.
Para terminar, una leche asada en regla ($2.900), la que llegó junto a los cafés solicitados.
Aparte de una puerta que no cierra bien, fue una grata experiencia. La atención es dedicada y rápida y se mantuvo durante toda la visita. Los platos son generosos. Y el anhelo de sacar a comer a los progenitores a este sitio con pátina es algo que puede quedar de yapa.
Isidora Goyenechea 2971, 22276 9222.