Para un país con tan extensa y bien provista costa es una vergüenza nacional que no seamos fanáticos del pescado (y ojo que ha sido gracias a nuestros vecinos peruanos que el casi inexistente consumo de pulpo se haya vuelto habitual). ¿Cuál será la razón de esta sinrazón? ¿Será que se percibe como una obligación de días de guardar o como un imperativo por lo "saludable" en vez de lo gozoso? En fin. Por lo mismo, ver a hartas unidades familiares con pequeños en Selfish, un local del barrio Franklin, aporta una cuota de esperanza. Porque ya, igual está frito, pero que también es más saludable que hartas proteínas animales también es indesmentible, ¿no? Ubicado en el persa de Franklin, aquí se trata de largos mesones comunes y una metodología del autoservicio que opera los fines de semana. Se pide uno de los "combos" en el mesón y se espera entre diez y quince minutos a que aparezca el número asignado en un tablero luminoso para ir a recoger lo propio. En dos visitas, esa fue la espera: razonable.
El pack, que ronda los cinco mil pesos según la elección, viene en una caja de cartón y está compuesto por unas presas del pescado y un acompañamiento que puede ser papas fritas, ensalada chilena o coleslaw, junto a un pepinillo o ají en escabeche y par de salsas.
De lo probado, hay que consignar que la fritura estaba magistralmente perfecta, ultra crocante, con un batido ligeramente aliñado. Muy chileno, más que al estilo brit del fish and chips. Una pescada de lujo, reineta en bastones ideal para mañosos y una merluza austral que, eso sí, no estaba muy del día. Siguiendo con las loas, las papas fritas de Selfish debieran estar en el canon de las frituras capitalinas: crujientes de verdad.
Ahora, algunos alcances corregibles: al alioli le falta ajo y a la tártara, su porcentaje de pickles. El corte de la ensalada coleslaw podría ser más fino y los tomates de la chilena, por piedad, ojalá fueran de alguna variedad no blindada (considerando, además, que los cubiertos son de plástico). Con esto y un poco de limpieza regular en los mesones, todo ok. Resumiendo: ya son maestros en la fritura. Solo resta afinar el contorno.
Placer 657, local 210, Santiago. 956387604.