Un restaurante es su comida y también el lugar en que se come. En el caso de Tío Tomate, hay que decirlo, le pegan mucho en el segundo ítem, el espacial. Primero en la playa, de donde son; luego en el paseo El Mañío y ahora en el Barrio Italia. Se trata de un espacio abierto y fresco (menos en el sector fumadores...), con un techo alto en exterior y gran cantidad de mesas. Una arquitectura perfecta para este verano, un lugar obligado para estas tardes sobre los 30 grados (hay una carta generosa en bebestibles con y sin maldad) y también para fines de semana con la prole (tienen unos macarrones con queso de lujo).
¿Cómo irán a calentarlo en marzo? Hoy por hoy, hasta pensar en una estufa deshidrata, así que será para después no más.
Pero basta de divagaciones climáticas, y a la carta. Al igual que en sus pares, aquí la dupla es pizza y ensaladas muy llenadoras, aparte de postres chanchos y algunos aperitivos. Para partir, un tártaro muy en su estilo ($6.700), que funciona muy bien, con su yema cruda, cebollita picada, buena carne -filete- y unos toques heterodoxos de balsámico (¿y soya?). Grandes tostadas rústicas para acompañar.
De fondos, para un verano CON polera, un par de pizzas. Fue difícil, porque las ensaladas -con huevo pochado una, con pulpo grillado otra, entre varias- se ven generosas y entretenidas. Pero en fin. Una de palta con carne mechada ($8.600) y otra con peras caramelizadas y rúcula ($7.200). Ambas del verbo rico, pero con dos bemoles, uno indesmentible y otro debatible. Primero, en ambas se amenazó en la carta con queso azul, que NO venía. Mal. Segundo, la masa a la piedra está muy bien, pero la cantidad de queso es algo excesiva y, como decía el poeta Huidobro, algo "cuando no da vida, mata".
De postre, para seguir con polera (XL), un manjarísimo (no es un homenaje al Divino Anticristo de Lastarria, aunque lo parece, a $4.300). Se trata de un bizcocho que se toma su tiempo (y lo advierten, 20 minutos), con manjar caliente en su interior, acompañado de helado de vainilla y migas varias dulces. Se pidió y llegó con dos expresos a tiempo.
Entonces, bien ubicado, bien cocinado (con sus errores, pero igual), bien atendido y bien recomendable. Para llevar tan poco tiempo abierto, ya están para visita casi obligada.
Avenida Italia 975. Fono 2 2316 2176.