Cuánta fomedad se ha concebido bajo el alero del vegetarianismo, ¿no? O tendencias francamente
anti homo sapiens, como esa bien peregrina de lo raw, que busca cocinar sin cocinar (es un resumen algo brutal, pero lo importante es lo fome resultante). O bien tanta hojita mezclada, tanta vinagreta creativa, en fin, tanto pasto que busca a su rumiante bienpensante. Precisamente eso no ocurre en Verde sazón. Aquí lo vegetal llena y deja feliz, por lo que si su idea es convencer a algún carnívoro, lo logran. Bravo. Un aplauso verde.
Entonces, ubicado en avenida Italia entre Bilbao y Marín, se trata de un lugar informal, bien atendido, con un menú diario con sus seguidores y lo que su carta ofrece. Como para comenzar, con media docena de tostadas ($9.600). Unas con hummus de betarraga con palta y frutillas, con hojitas de kale frito, muy sutiles y finas en su sabor. Otras de chancho en piedra, aceituna y queso de cabra, más power. Y las finales, con puré de papa y camote, cebiche de verduras y cilantro fresco, también intensas y nada de gansas.
De fondos, un risotto de betarraga y queso azul ($7.500), con algo de nueces y hojitas de rúcula. Cremoso y al dente. Perfecto. Y un Gago gado ($6.000), plato indonesio con tallarines de arroz salteados con cebolla morada, pimentones y zapallito italiano. El toque diferente lo pone una salsa de maní y algo de soya. Nuevamente, para quedar con la guata llena.
También tienen en su carta una palta asada, un curry verde y una ensalada que sí llena. A primera vista se nota que esta oferta heterodoxa no se anda con experimentaciones ideológicas, sino que insiste en sus éxitos tras procesos de ensayo-error, lo que es muy bueno.
Para terminar, un postre bautizado como ¡Se me cayó el cheesecake! ($3.600), que viene destruido sobre un gran plato, como si realmente el chef se hubiera condoreado. Chistoso y rico. Y libre de gluten, al parecer.
Cuando la comida, además de sana, tiene sentido del humor, es como para olvidar la seriedad que se toman otros vegetarianos. Aquí la salud es un tema feliz. Así que póngase verde no más. Y aceptan mascotas, también.
Av. Italia 857, 9 8248 4439.