Tener propósitos es siempre un factor protector en el desarrollo emocional, porque les da sentido a las acciones, y en esa medida entrega energía a quien se lo formula, ayudándolo a tener una mejor autogestión emocional. Las metas que se fijan los niños, adolescentes y adultos pueden ser de diferente tipo y orientaciones. A veces serán de corto plazo, otras serán de más largo alcance, pero siempre entregan un norte para que las acciones que se emprendan tengan un sentido.

Conocer cuáles son los propósitos de un niño nos refleja mucho de su personalidad y de su mundo de valores. Por ejemplo, un niño que formula un propósito como "quiero ser el mejor", es muy diferente que el que se fija como objetivo "quiero tener muchos amigos". Posiblemente, el primero desarrollará una personalidad competitiva, en tanto que el segundo será más cooperativo.

El conocido y laureado escritor W. Bruce Cameron en su libro "La razón de estar contigo", narra a través de las múltiples vidas de un perro las relaciones que éste va estableciendo con las personas, junto con una lúcida observación de los vínculos entre las personas. La descripción se hace a través de la corriente de conciencia del protagonista. En todas las reencarnaciones queda en evidencia que su misión en la vida es ayudar a las personas. Es un libro conmovedor que dio origen a la película "El propósito de un perro".

Es una excelente lectura para adolescentes, ya que se centra en pensar que cada vida tiene una razón de ser y que todos los que nos acompañan en el camino de la vida tienen algo que enseñarnos. Plantea que la vida no tiene un sentido sólo para uno mismo, sino que tiene un significado para otros. Percibirse como alguien que puede ser útil para los demás disminuye el egocentrismo y enriquece la percepción de sí mismo. Además, le permite mirar la construcción de su proyecto de vida desde una perspectiva valórica.

Conversaciones y espacios de reflexión orientados a pensarse en relación a cuáles son las metas en el corto, mediano y largo plazo, puede constituirse en un espacio de autotransformación. Pero no basta con fijarse las metas; es necesario evaluar si estamos en el camino correcto para lograr cumplir con lo que soñamos conseguir.