La tendencia tiene para rato: cualquier propiedad intelectual reconocible tendrá más pronto que tarde una superproducción con espíritu de franquicia. Y Guy Ritchie es el encargado de inyectarle a la leyenda del Rey Arturo su estilo aparatoso e hiperquinético. Con un Charlie Hunnam que interpreta a un Arturo malhablado y bueno para los combos, la trama es una sencilla historia de "rey malo ambicioso" (Jude Law) haciendo cosas de reyes malos ambiciosos: asesinatos, abuso de poder, alianzas con hechiceros oscuros. Pero cuando el "legítimo heredero" consigue sacar la espada Excálibur de la piedra, empieza una rebelión que nadie puede parar. El resultado es altamente entretenido, pero irregular. Jude Law está muy bien como el altanero monarca villano, hay secuencias de batallas espectaculares y la mezcla de "El señor de los anillos" con "Snatch" es algo nunca antes visto, aunque la sensibilidad del blockbuster de superhéroes vista a través del ojo de un quinceañero que acaba de descubrir el rock metal es algo que no pega ni junta con los caballeros de la mesa redonda.
"King Arthur: Legend of the sword". EE.UU., 2017.
126 min., T.E.