Habría que renunciar a la objetividad de la memoria, intervenida por nuestros afectos, experiencias y puntos de vista. La memoria es un proceso dinámico, nuestros recuerdos apelan a complejos procesos psíquicos (bloqueo, lapsus, olvidos, jerarquías) y también apelan al recurso de la imaginación. Hay cierto misterio en por qué un mismo episodio es recordado por sus testigos de modos distintos, o por qué nuestros recuerdos se modifican a través del tiempo. Además, la memoria es un ejercicio colectivo, una construcción coral de relatos en interacción.
Hace ya décadas que el teatro viene abriendo paso a una vertiente documental y de biodrama, una posibilidad para ya no solamente reconstruir una memoria, sino también de cuestionar el modo en que se organiza y crea sentido. Se dice que el teatro documental surgió "del hambre por una dosis de realidad" y se convirtió en la posibilidad de cuestionar a la sociedad alemana de la década de los ochenta que estaba en un estado de estancamiento.
Y quizás por eso tenga tanta fuerza el montaje de la argentina Lola Arias "Campo Minado", cuando pone en escena a veteranos ingleses y argentinos que participaron en la guerra de las Malvinas. Más allá de lo que los gobiernos de turno dijeron en torno a ese enfrentamiento, tenemos a seis protagonistas que 34 años después, dejan el campo de batalla para enfrentarse en un escenario. La obra registra el proceso de llamado, audiciones, pruebas de cámara, cuadernos de ensayo, fotografías, cartas de la época, recortes de prensa. Lola Arias ya había usado esta metodología en su destacado montaje anterior "El año que nací", el ensamblaje de un proceso colectivo de recuerdos, testimonios y archivos personales de un grupo de jóvenes que compartían el hecho de haber vivido la dictadura chilena.
Esta vez la propuesta es más audaz, pues los seis intérpretes no son actores profesionales, ya son algo mayores y pasaron, nada menos, por la experiencia de una guerra. Lo que devela el relato de cada uno es la fragilidad y absurdo que hay detrás de la industria bélica: jóvenes que por azar estaban en el servicio militar, ciudadanos de bajos recursos que no tenían más horizonte que enrolarse. Ahora, se detienen en 1982 y revisan cómo transcurrió su vida desde ese momento. Lou Armour estuvo en los diarios cuando los argentinos lo tomaron preso y hoy es profesor de niños con problemas de aprendizaje. Rubén Otero sobrevivió al hundimiento del buque General Belgrano y ahora tiene una banda tributo a Los Beatles. David Jackson pasó la guerra escuchando códigos por radio y hoy escucha a otros veteranos como psicólogo. Gabriel Sagastume nunca quiso disparar y ahora es abogado penalista. Sukrim Rai fue un ghurka que supo usar su cuchillo y hoy es guardia de seguridad. Marcelo Vallejo fue apuntador de mortero y ahora es campeón de triatlón.
Hay escenas memorables como cuando David Jackson ofrece una sesión de terapia a un veterano argentino, o cuando Vallejo, enfundado en su traje de deportista relata su adicción a las drogas y su proceso de rehabilitación en una clínica. La obra enuncia la pregunta, "¿Qué es un veterano? ¿Un sobreviviente, un héroe, un loco?" Todo eso junto, quizás más que nada un sujeto que por azar es situado en las fuerzas destructivas de la historia y lleva la experiencia a cuestas para siempre.
En otra modalidad, fuera de la sala de teatro, se ofrece en Santiago otro proyecto de teatro documental, "AppRecuerdos", parte de la programación del Festival Santiago a Mil. Se trata de una experiencia que convierte a la ciudad en un archivo transitable. La memoria de la ciudad en dictadura es un conjunto de relatos particulares en puntos emblemáticos.
El colectivo Sonido Ciudad (Chile) y la compañía Rimini Protokoll (Alemania), que cuenta con Mauricio Barría, Verónica Troncoso, Gonzalo Dalgalarrando, Aljoscha Begrich y Stefan Kaegi, respectivamente; se unieron para este proyecto, que tuvo el objetivo de entrevistar a personas que tuvieran algo que narrar sobre los años 70 y 80 en la ciudad. Desde un ex ministro hasta la dueña de un quiosco compartieron sus historias en edificios, parques y casas. También se incluyeron extractos sonoros de películas, noticias y publicidad. Así se suceden una puerta que se abre en la esquina de Rosal con Lastarria y ahora es una tienda de ropa, el testimonio de un espectador que estaba en el Teatro La Comedia el día del Caso Degollados, una cineasta que corta el pelo a sus compañeros en la calle Merced, un ex ministro cerca del mercado chino, un oficial que recuerda que puso los pies sobre la mesa de la comisaría el día del golpe.
El proyecto se inspira en un proyecto similar en Berlín que geolocalizó archivos de la policía secreta, Stasi, durante la Alemania de la RDA. Lugares marcados con placas que señalan lugares de violencia y horror para ciudadanos anónimos que se convierten en sujetos históricos. En el caso de Santiago, este audio-recorrido lo componen 129 relatos que se activan por geolocalización entre Plaza Italia, La Moneda, Parque Almagro y el Mercado Central.
En términos tecnológicos "AppRecuerdos" es también una aplicación, uno como espectador recoge un teléfono, o la descarga en el propio, se pone auriculares y sale a caminar siguiendo ubicaciones y relatos. La tecnología funciona perfecto; a medida que uno avanza y prueba rutas, se activa uno u otro relato. Hay que seguir las advertencias: usar bloqueador, zapatos cómodos y llevar agua. La duración es libre entre las 10 y 20 horas; por razones obvias se recomienda en la mañana temprano o en la tarde.
Tanto "Campo Minado" como "AppRecuerdos" desafían las convenciones del teatro, toman testimonios de ciudadanos comunes, pedazos de la realidad, archivos oficiales, trazos políticos. Así se zurcen historias anónimas dentro de un contexto histórico que añaden puntos de vista a la historia oficial. Se nos propone una construcción coral de la memoria con distintos tonos y apreciaciones dinámicas. El teatro se convierte en un vehículo de expediciones a escenarios reales para mostrar, con innovadoras estrategias artísticas, las heridas de una guerra y de una dictadura.
Andrea Jeftanovic