Como soy miembro activo del club de abuelas, suelo sentirme molesta con el tono peyorativo o condescendiente con que muchos jóvenes y adultos se refieren a los abuelos. Cualquier persona menor con la que un adulto mayor establece una relación ocasional, se siente con el derecho de llamar abuela o abuelo a una persona de edad mayor, con un dejo entre pesar y condescendencia.
Por eso me produjo gran felicidad el libro de Jacqueline Ballcells y Mónica Espinoza, quienes en su libro de reciente aparición "Abuela ....Yo.?", reivindican el enorme aporte de las abuelas para las familias y la sociedad. Entregan cifras que nos hacen reflexionar acerca del rol de las abuelas. "En Estados Unidos, por ejemplo, uno de cada catorce niños vive en un hogar sustentado por un abuelo, lo que equivale a 5.4 millones de niños; y en Chile un 41 por ciento de los adultos mayores vive al menos con un nieto, según una encuesta realizada por la Universidad Católica y el Servicio Nacional del Adulto Mayor el 2013".
Esto da cuenta de cómo las mujeres han sido un pilar fundamental en la vida familiar, especialmente en el cuidado de niños pequeños, y como plantean las autoras, las abuelas han sido un importante factor de transmisión cultural. La siguiente cita refleja el espíritu del libro: "Así, el conocimiento de lluvias y plantas de las abuelas mapuches, los secretos de cocina de las abuelas francesas, el saber místico de las abuelas de la India, las canciones de cuna de las abuelas inglesas, las leyendas de las abuelas chinas y los abrazos y el amor desinteresado de todas ellas, constituyen una bendición para las familias del mundo entero. Las abuelas, además, son una importantísima fuente de conocimiento de nuestras raíces familiares".
Además, dan cuenta de estudios realizados por el Departamento de Antropología de la Universidad de Londres, señalando que en Gambia la mortalidad infantil se reducía a la mitad cuando estaba la abuela. También entregan reseñas del rol de las abuelas en la vida de personajes famosos, como García Márquez, Obama, el Papa Francisco, quienes han hecho un reconocimiento de la importancia de ellas en su proyecto vital.
Tener una abuela implica un enriquecimiento emocional en los niños, que ven expandirse sus redes, lo cual es muy significativo para la creación de un apego seguro.
"Las abuelas, además, son una importantísima fuente de conocimiento de nuestras raíces familiares".