A veces se llega a un lugar sólo por un dato. En este caso, la novedad de una pizza coreana. ¿Raro? Obvio, considerando que la distancia entre Italia y ese país oriental es considerable, tanto en sabores como en geografía. Pero tampoco hay que ser prejuiciosos. Ya fue habida en nuestra capital la magnífica pizza afgana, en un peregrino local de Ñuñoa, por lo que correr el riesgo era justo y necesario. Y fue premiado, finalmente.
Daon es un local ubicado en la esquina de Loreto y Antonia López de Bello. Es sencillo, limpio y con escasa identidad estética (o más bien al contrario, con unas impresiones algo pixeladas de sus platos pegadas en las paredes). Cuentan con una extensa carta de preparaciones coreanas, pero la misión era buscar la rareza entre lo exótico.
Entonces, para beber, una cerveza Escudo y un jugo de "mote coreano" (shikhe, aromático y ligeramente dulce, a $1.000). Y como entrada, el clásico banchán -platitos con picoteos variados, entre tofu, el picantísimo kimchi y maníes acaramelados- y un tteogbokki ($4.500), tradicional aperitivo de masas de arroz gruesas nadando en una salsa de ají fermentada, con cebollín, unas "pancutras" de pescado y huevo duro. Picante y sabroso. Se había pedido también una tortilla, pero no se escuchó, parece; ni llegó ni se cobró. En fin.
Fue el turno entonces de las dos pizzas full coreanas. Primero una de bulgogi ($8.000), esos trozos de carne de vacuno en salsa agridulce, sabrosísima, tal vez demasiado quesosa, pero con una masa fina y ligeramente quebradiza, fuera de serie. Bien por ella. Y después fue el nirvana: la jeyuk pizza ($8.000), con la misma masa, menos queso (mejor) y chancho molido ligerísimamente picante y dulce, como una variante oriental del barbecue. OMG.
OK: no es elegante el sitio (aunque la atención fue entre gentil y amorosa), pero uno puede sentirse como parte de la realeza foodie al encontrarse con algo tan sencillo y tan único.
Entonces, pídala. O pruebe otros platos, porque parece que la mano viene buena, a la luz de lo testeado. Pero es la jeyuk pizza la que se suma, sin dudarlo, al canon de los glotones.
Loreto 207, 2 27030330.