Primero lo primero: la cocina de este pequeño local con vocación panasiática está muy bien. Y dicho el halago, vienen los palos: Santay tiene una doble vocación, como restaurante y como foodtruck (esas camionetas-cocina enchuladas megahispters tan de moda). Y así fue cómo, por ejemplo, el local estuvo cerrado durante unos días en que apostaron por la venta móvil. O sea que hay que andar viendo en su Facebook cuándo atienden en el Barrio Italia y cuándo no. O sea, hay que averiguar todo el tiempo cuál es la iglesia y cuál la capilla, recurriendo a esa metáfora tan nacional sobre quien se maneja con esposa y amante. Entonces, decídanse, por el bien de sus posibles seguidores, que tienen razones de más para serlo.
Entonces, vaya la descripción del local: es pequeño (muy) y sentador, aunque a algunas de sus mesas en el exterior les llora la sombra. La atención es realmente simpática, aunque falten cosas tan fáciles de tener en su carta (analcohólica) como el té frío. Eso es puro desorden. Y que de la porción de empanaditas de camarón (lo más débil de esta degustación, $3.490) quedaran dos de las cinco originales (que fueron suplidas por ¡cinco, yes! gyozas fritas) también es síntoma de un poquito de dejación.
Tampoco había sateayam, una brochetas de pollo que las hacen increíbles (probadas antes, en el magno Bazar de las damas diplomáticas, donde las descubrimos). Pónganse las pilas.
En fin. Aparte de estos entrantes, llegaron unos rollitos primavera de lujo ($3.490), con mucha verdurita surtida y un pimentón bien presente.
De los fondos, un abanico de nacionalidades: Kare ($4.790), plato nipón, con vacuno salteado con verduras y manzana sobre arroz; kaengkhua, de Indonesia, con merluza y verduras con harta piña, leche de coco, con arroz; y nasigoreng de pollo ($4.490), también indonesio, un generoso molde de arroz salteado con huevo, cebollín y zanahoria, ajo, jengibre y soya dulce, con un ligero picor.
Todo un viaje a otra latitud, en porciones justas y buena sazón.
Entonces, señores de Santay, tienen el sabor bien definido. Ahora les toca tomar otras definiciones.
Girardi 1358, 2 2500 8386.