Se sabe que la comunicación entre padres e hijos es el factor principal para el desarrollo de las conexiones neuronales que serán la base del desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Funciones tan fundamentales, como el lenguaje, la memoria, la autorregulación y la empatía, encuentran sus raíces en el estilo comunicacional de los padres.
Las investigaciones de Elaine Rees y Robyn Fivush sobre los estilos de comunicación padres-hijos, han llevado a describir un estilo de comunicación colaborativa versus uno inquisitivo.
La comunicación cooperativa, como su nombre lo indica, aumenta la posibilidad que el niño esté dispuesto a cooperar cuando se le solicita algo; por ejemplo, que ponga la mesa o ayude a su hermano pequeño. Este estilo comunicacional favorece que se conecte en forma positiva con el adulto.
El pensamiento colaborativo se basa en cuatro puntos, según Álvaro Bilbao. El primero, plantear las demandas como un trabajo de equipo, a los niños les resulta más fácil realizar una actividad si siente que hay un equipo de trabajo. A un niño le resultará más fácil ordenar sus juguetes si se le invita a hacerlo en forma conjunta: "Vamos a ordenar tus juguetes", que si se le ordena hacerlo o, peor aún, si se le pregunta en forma inquisitiva "¿Por qué no has ordenado tus juguetes?".
El segundo punto, pedir colaboración. Cuando un niño entiende que se le está pidiendo ayuda, está más dispuesto a colaborar, por lo tanto, es preferible decirle: "¿Me ayudas a preparar el desayuno?". Esta fórmula podría encontrar una respuesta más positiva, por parte del niño, que recriminarlo con una frase como: "Estaría bien bueno que por lo menos prepararas el desayuno", que pone el cerebro del niño en modo "No".
El tercer punto es ayudarlo a pensar. Entender las causas de las peticiones y la lógica de los adultos al hacer las peticiones es un modo eficaz de comunicarse. Por ejemplo, "¿Qué te parece...?", o si estamos en un conflicto "¿Cómo podríamos arreglarlo?". Existe más posibilidad de colaboración cuando hay comprensión mutua de cuál es la dirección del pensamiento.
El cuarto punto es darles algo de libertad; que seintan que tienen alguna libertad de elección "¿Quieres ponerte el polerón azul o el verde?". Sentir algo de libertad predispone a actuar en forma cooperativa. Privilegiar la cooperación fortalecerá los vínculos familiares.
"Entender las causas de las peticiones y la lógica de los adultos al hacer las peticiones, es un modo eficaz de comunicarse".