En el reino de la repostería chilena hay simultáneamente motivos de lamentación y de alegría. Da pena ver qué cantidad de galletas, queques, tortas, confites y otros embelecos dulces han desaparecido o están a punto de hacerlo. ¿Ha tenido Vuecencia la suerte de toparse con camotillos? ¿O barquillos finos? ¿O virutas de San José? ¿O sopladores? ¿O príncipes? ¿O confites de descarozado? ¿Ve a qué me refiero?
Por otra parte, reconforta que algunas ideas reposteriles bien chilenas o, incluso, especialmente chilenas, se estén desarrollando. Por ejemplo, la torta de panqueques, casi exclusivamente chilena. En Francia hacen una torta de panqueques con auténticos panqueques, cocinados en la sartén; en Inglaterra no conocemos nada que se le asemeje, ni en España ni Italia. En cambio, en "La Buena Mesa", en las "Recetas de las Rengifo" y otros libros (algunos con raíces en el siglo XIX) se encuentra esta torta algo camuflada (el término "de panqueques" no siempre se usa), y se la descubre porque el bizcocho se hornea en latas enmantequilladas y no en moldes...
La dulcería Las Bezanilla como que se ha especializado en esta torta, con diversos rellenos, y en los consabidos pasteles derivados, es decir, trozos de ella cortados en rectángulos. Y aunque en los libros antiguos este tipo de torta se hace preferentemente (no exclusivamente) con relleno de naranja, hoy se la encuentra con los rellenos más diversos.
Las Bezanilla es una especie de museo o sala de exhibición de estos rellenos (casi todos a $2.400). Los hay de lúcuma y manjar, de frambuesa, de naranja, de naranja amarga, de almendra y manjar y otras variedades. La suerte de cada pastelito es diversa: la torta de panqueques suele ser "cargadita al bizcocho", y necesita algún relleno (precisamente como el de naranja, el más tradicional) de sabor muy acentuado, so pena de resultar soso y seco. Es el caso con algunos de los que probamos en este lugar: tenga cuidado de elegir rellenos de sabor pronunciado.
Hay también aquí los adocenados pies de limón, más otras novedades, como ciertos cilindros cubiertos con chocolate, o en forma de bolas con relleno de frutos secos (almendras, o nueces) o con mazapán, que son un poco densos de consistencia y sabor. También hay algunos kúchenes de manzana (sin nada especial, aunque de buena masa), e incluso algunas mousses, otra forma de pastel individual introducida entre nosotros, quizá por la facilidad de cortar en porciones individuales esta preparación amoldada con gelatina.
Vimos un solo dulce chileno ($1.750), un alfajor con manjar, de masa fina y delgada, pero sin suficiente presencia: ella era sólo vehículo para una gran cantidad de relleno. Bien el desarrollo de los panqueques; pero ¿por qué no rescatar algo de la multitud de otras cosas tradicionales y probadas? En todo caso, si lo que busca Vuecencia es preparaciones "de panqueques", este es el lugar adecuado.
Sánchez Fontecilla 910, Las Condes.
Teléfono: 2 2952 6039.