Casi una década después de la publicación del séptimo y último volumen que J. K. Rowling contempló para su saga de "Harry Potter", un nuevo libro trae de vuelta al personaje. Esta vez el argumento no fue concebido como novela, sino como una obra de teatro basada en una historia original de Rowling, que se estrenó oficialmente el 30 de julio de este año en el Palace Theatre de Londres y cuyo guión fue puesto a la venta un día después. La acción retoma el epílogo de "Las reliquias de la muerte": 19 años después de la batalla en que derrotó a Voldemort, Harry Potter es un respetable empleado del Ministerio de Magia y ahora es su hijo menor quien debe asistir a la escuela Hogwarts.
Como es de suponer, la pieza teatral y el libro tuvieron un éxito inmediato y arrasador. En ocho horas se vendieron 175 mil entradas para el estreno mundial de "Harry Potter y el legado maldito" y alrededor de tres millones de ejemplares fueron adquiridos en una semana en Inglaterra, Estados Unidos y Canadá.
Ante la ansiosa espera de los fans chilenos, hubo una primera importación de la edición en inglés, de la que se han vendido más de mil ejemplares y lleva nueve semanas en el
ranking. Y en su segunda semana disponible en nuestras librerías, la versión en castellano de "Harry Potter y el legado maldito" ya ocupa el primer lugar de la misma lista.
A raíz del éxito de "Harry Potter y la piedra filosofal" (1997), el primer libro de la saga, el crítico estadounidense Harold Bloom se preguntaba en el título de una reseña publicada en The Wall Street Journal el año 2000: "¿Pueden 35 millones de compradores de libros estar equivocados?". A continuación respondía que sí, y en el texto entregaba las razones de su dictamen. El editor le contó que nunca antes habían recibido tantas cartas de lectores furiosos por un artículo, pero él se mantuvo inalterable.
Según decía Bloom en una entrevista de 2002, que un niño empezara por "Harry Potter" y terminara leyendo a Shakespeare o algún otro "genio", era solo imaginable "si se cree en los milagros". No se pronunciaba, sin embargo, sobre los miles o millones de adultos que también cayeron bajo el influjo del niño mago.
A casi dos décadas de la aparición de ese primer tomo, el número de ejemplares vendidos de "Harry Potter" alcanza los cerca de 500 millones, y aquellos lectores niños o adolescentes ya son adultos. De ellos, cito algunos testimonios directos: "Tenían suspenso y también eran divertidos", "recuerdo el mundo que yo imaginaba, no el de las películas", "les perdí el susto a los libros largos; después leí 'Rayuela' y 'Crimen y castigo'", "después de 'Harry Potter' me atreví a leer de todo"... Opiniones que no pretenden representar a un gran universo, pero que quizás a Bloom lo harían creer en un pequeño milagro. O a nosotros preguntarnos, ¿puede un crítico estar equivocado?