Los peruanos derrochan ingenio al poner nombre a sus restoranes: por ejemplo, Los siete pescados capitales. No así entre nosotros. La divina comida es una excepción. Y fue, además, uno de los pioneros del barrio Bellavista, hoy tan culinariamente empingorotado. Luego de hibernar algunos años, La divina comida ha reaparecido, y tan bueno como antes. El nombre es ingenioso: un comedor es "Infierno", otro, "Paraíso"... Y cada uno con su decoración adecuada. Más todavía: el "Infierno" tiene cielorraso acolchado para disminuir ruidos, porque según Dante, los golosos se condenan a comer en perpetuo estruendo, aullidos y pum-pums musicales (la plaga actual...). Aquí no se corre peligro: además del acolchado, la música sesentera (Domenico Modugno, Bill Haley, Jacques Brel) acaricia orejas y memorias como un bálsamo.
El antipasto della casa ($7.200 para 2) trae bruschetta con el típico paté de ave florentino, cebollitas encurtidas dulces, berenjenas asadas, etc. Preguntar qué se ofrece en el día. Y se sigue con el primo piatto de pasta: las que aquí se ofrecen son hechas, naturalmente, en casa, con harina italiana y con un cuidado notable. La masa de la pasta rellena (por ejemplo, tortellini alla panna, $8.700) es delgada y suave; la de los papardelle al ragù d'agnello ($8.900, con un maravilloso toque de menta) y la de los spaghetti all'amatriciana ($8.900) es más vigorosa y resistente, y la de los tagliolini al limone con gamberi ($8.900), firme y flexible. No es corriente disfrutar de una variedad de calidades así, adecuada a cada propósito y salsa.
Entre los secondi piatti probamos el saltimbocca alla romana con spinacci in padella ($8.900; las espinacas se pasan apenas por la sartén y son una delicia): es el verdadero saltimbocca romano, con prosciutto y su hoja de salvia fresca (aunque en Roma lo hemos comido extendido en el plato, éste venía doblado por un pincho largo). El ossobuco alla milanese ($9.200) tenía toda la delicuescencia propia de esta carne de larga cocción, con el aditamento aquí, más bien raro entre nosotros, de la gremolata (picadillo de ajo, corteza de limón y perejil, añadida unos minutos antes de terminar la cocción), que da al plato un perfume incomparable. Nuestro ossobuco venía acompañado por polenta cremosa, al gusto chileno (en Italia es más corriente la polenta amoldada y tratada luego de alguna forma).
Los postres: un excelente tiramisú ($3.400) bien cafesoso, un espléndido affogato al caffe ($3.400; es un café con helado), un dúo de cioccolatta ($3.400) realmente muy bueno, y un notable y novedoso dulce de zapallo en trozos, estilo dulce de melón, la zucca al caramello con crema ($3.200), hecho en casa.
La resurrección de este restorán hará época nuevamente, por la calidad de sus productos, su sencillez, su autenticidad y sus muy buenos precios. Buena carta de vinos. Estacionamiento interior propio. Atento y profesional servicio.
Los Patos 13735, Lo Barnechea. 2 3221 1823.