Que el aporte de las mujeres a la construcción social ha sido invisibilizado o al menos insuficientemente valorado es un hecho que nadie discute, pero quizás lo más grave es la frecuente desvalorización de las características femeninas a través de comentarios y chistes que impregnan nuestra cultura con frases como "Mujer tenía que ser". Los cambios de humor de las mujeres han sido objeto de toda clase de descalificaciones por el mundo masculino, y con más frecuencia de lo necesario se asocia lo femenino con la histeria. En su libro "Moody Bitches" (algo así como Brujas temperamentales), la psiquiatra estadounidense Julie Holland, preocupada por el exceso de consumo de tranquilizantes en las mujeres, da cuenta de que las estadísticas señalan que una de cada cuatro mujeres toma medicamentos para estabilizar el ánimo. Ella ha trabajado en prestigiosos hospitales de Nueva York y estima que existiría una tendencia a sobremedicamentar.
Las emociones difíciles siempre han complicado a la humanidad, de hecho ella como muchos otros estudiosos del tema plantea que a los hombres se los ha socializado para suprimir las emociones, pero ahora alerta a que pareciera haber una tendencia a hacer lo mismo con las mujeres. Ella sostiene que la ansiedad y la depresión tendrían un lado B que sería adaptativo, que se relacionaría con la capacidad de supervivencia propia y de la descendencia , por ejemplo recolectar más alimentos y a intuir de quién deben distanciarse emocionalmente porque podría dañarlos.
Holland alerta sobre los efectos secundarios de los medicamentos inhibidores de la recaptación de la serotonina en la inhibición de la conducta tanto sexual como afectiva. Un alto nivel de serotonina puede modelar un comportamiento más masculino con embotamiento de las emociones y un cierto grado de apatía y de indiferencia. Coincido con la autora en que se necesita más vida emocional y no menos, se necesita más empatía, más receptividad, una actitud más compasiva y no menos, si queremos construir contextos familiares y escolares más pacíficos. Tener emociones no es un defecto, es una característica positiva; evolutivamente las emociones tienen una importante función en el desarrollo de la humanidad, modulan la agresión, hacen a las personas más compasivas y están a la base de vínculos afectivos. Es hora de que valoremos los aportes femeninos.