En una columna anterior destacábamos los beneficios de ser abuelos. Ahora queremos centrarnos en resaltar los roles que pueden jugar los abuelos. Se ha dicho que ellos son los guardianes de la historia familiar y que entregan a los nietos la narrativa de la familia, especialmente una imagen de sus padres cuando eran niños.
En muchas familias, los abuelos cuidan de los nietos cuando los padres no pueden hacerlo, y son quizás la red de apoyo más incondicional que tienen para colaborar en la crianza. Ellos contribuyen a mantener los vínculos familiares y con frecuencia, la casa de los abuelos es un lugar de encuentro con tíos y primos. Ser abuelo no siempre es fácil, por la falta de energía y por los problemas de la edad. Para ejercer bien el rol es necesario tener dosis importantes de empatía, armarse de mucha paciencia, tener una gran capacidad de expresar ternura y desarrollar un espíritu lúdico para jugar.
Para convertirse en abuelos sin conflictos, es necesario tener algunas precauciones y quizás la más importante es no desautorizar a los padres con los niños. Por ejemplo, no comprar muchos dulces, no regalarles juguetes bélicos contradiciendo las decisiones de los padres. Otra precaución que padres y abuelos deben tener, es evitar tratar conflictos pendientes y no superados de la infancia delante de los niños.
Es importante respetar los espacios de los hijos y no ir de visita sin avisar. Es recomendable siempre preguntar si la visita es oportuna y no quitar protagonismo a las figuras paternas, es decir, no usurpar los roles de los padres. Es necesario respetar los límites impuestos por ellos, ya que es uno de los temas más conflictivos en la relación padres-abuelos. En este ámbito quizás la sugerencia más importante es validar y empoderar a los padres en su rol, haciendo reconocimiento de sus fortalezas. Es aconsejable tener un espacio en la casa para los nietos, que puede ser un baúl de juguetes o un rincón de libros, algo que ellos sientan como propio.
La relación con los abuelos queda inscrita en la memoria autobiográfica de los nietos y de ello dan cuenta muchos escritores. García Márquez recordaba a su abuelo como un gran inspirador.
La presencia activa y los recuerdos que usted siembre en sus nietos, serán un valioso aporte a su bienestar emocional y perdurarán para siempre en la mente de sus nietos.
"Para ejercer bien el rol es necesario tener dosis importantes de empatía, paciencia, ternura y espíritu lúdico".