Hubo un tiempo, digamos hace unos 25 años, cuando comprar vinos era algo que se hacía en la botillería de la esquina o en el supermercado. Las tiendas especializadas como hoy las conocemos no existían, ni menos existía la, a veces, abrumadora variedad de etiquetas y viñas que actualmente son la norma.
Hacia comienzos de los 90, sin embargo, todo comenzaría a cambiar, primero con toda una nueva generación de bodegas "boutiques" orientadas al mercado externo, y también con iniciativas locales que pretendieron que parte de esa producción se quedara en Chile. La mítica sección de Almac en su sede de Estoril, comandada por el recién llegado sommelier Héctor Vergara, y la apertura de The Wine House en Vitacura, fueron los primeros intentos por ofrecer lo nuevo que mostraba el vino en Chile.
La Vinoteca y El Mundo del Vino fueron los otros dos proyectos que comenzarían a ampliar radicalmente la oferta de vinos en Santiago. Así, la idea de "tienda especializada" había nacido en Chile.
Cinco lustros más tarde, ese concepto se ha ampliado en consecuencia con el aumento de esos pequeños proyectos. Y tanto han aumentado que hoy ya es factible la idea de tiendas súper especializadas, que sólo se dedican a vinos de carácter artesanal. Tiendas de vinos indies que muestran la cara más nueva del vino chileno. Estas son algunas de las mejores en Santiago.
La pionera: Santiago Wine Club
Esta tienda es la pionera de las indies en Santiago. Se inauguró en 2009 en el barrio Lastarria, aunque también funciona online (www.santiagowineclub.cl) y tiene otras dos tiendas fuera de Santiago, una en Valdivia y la otra en Temuco. Además, tiene un brazo de distribuidora de viñas como Bottero, Flaherty, Clos Andinos y otras más grandes como William Fèvre o Aquitania. La diminuta tienda de Lastarria siempre es una fuente de sorpresas, lo que habla muy bien del trabajo de Arnaud Roberts, un francés que lleva diez años en Chile y que se propuso subrayar el trabajo de viñateros chilenos comprometidos con vinos de carácter y sentido de lugar. Rosal 386, Barrio Lastarria.
La nueva: Vinomio
De la pionera a la más joven. Vinomio abrió sus puertas en diciembre del año pasado. "Queremos ser un aporte en la difusión y promoción del vino nacional, en especial queremos apoyar a los pequeños productores, vinos independientes, artesanales, naturales", dice Sergio Garrido, quien junto a su mujer, Carmen Valenzuela, son los dueños de esta tienda. Hoy su oferta es reducida, pero alucinante en novedades. 220 etiquetas diferentes para echarle un vistazo a lo dinámica que está la escena chilena, entre ellas, los tintos del Pequeño Almacén de Sauzal, los pipeños de Maitía o las súper limitadas botellas de Rivera del Notro. Antonia López de Bello 090, Barrio Bellavista.
De nicho: BBvinos
Las hermanas Paula y Carolina Sierra comenzaron con BBVinos hace doce años. En un comienzo fue sólo una tienda virtual, pero en 2000 se decidieron a dar el siguiente paso. "Nos dimos cuenta de que los clientes querían tener un lugar donde revisar etiquetas y conversar sobre estos productores de nicho y además, tener una atención personalizada, así es que decidimos abrir esta tienda", dice Carolina sobre el cómodo espacio que hoy tienen en el primer subterráneo del Centro Cultural GAM. Allí las estanterías están repletas, y aunque el acento son las bodegas de tamaño pequeño, ellas trabajan con mucho más. "Hoy tenemos unas trecientas viñas chilenas y alrededor de 4.800 etiquetas", dicen. Además, su selección de whiskies es una de las mejores de Santiago. Alameda 227, Edificio B, Centro Cultural GAM.