Marcelo Papa, enólogo de Viña Concha y Toro, se encuentra pronto a lanzar un nuevo integrante de Marqués de Casa Concha, una de las líneas más tradicionales y reputadas del vino chileno. Pero si hasta ahora las cepas con las que Papa había armado los vinos de Marqués eran más bien tradicionales -es decir, cabernet, merlot, carmenere o chardonnay- para este nuevo integrante ha decidido dar un golpe a la cátedra e incluir un vino hecho de país.
Sí, país. La cepa que hasta hace poco estaba no solo completamente olvidada, sino que sobre todo ninguneada en la escena del establishment enológico nacional, hoy vive un revival espectacular, tanto que la misma Concha y Toro la decide incluir en una de sus líneas estrella. Un signo de los tiempos.
Pero no solo eso. Hace unas semanas, otro de los grandes actores del vino nacional, San Pedro, lanzó una nueva línea de vinos llamada Los Despedidos. Son dos vinos, un cinsault y el otro, claro, país. Los Despedidos País 2013 es una producción mínima de unas trescientas botellas, cada una a un valor de $20.000. Sí, tal como suena. El viejo y olvidado país, la base de los pipeños que se venden por garrafas, hoy está de moda, revisitado por grandes bodegas, vestido con modernas etiquetas y vendido a precios que nadie se habría imaginado.
Recordemos que la cepa país fue introducida en el continente americano -y a nuestro país- por los conquistadores españoles y que, tras las primeras importaciones de uvas francesas a mediados del siglo 19, comenzó a excluirse de los avances enológicos y luego fue relegada a las fondas y bares de la provincia. Del país ya nadie más habló.
Pero gracias a personajes como Claudio Barría, Louis Antoine Luyt o viñas como Miguel Torres, se comienza a hablar nuevamente de la cepa. Y hoy es la gran tendencia en el vino chileno, la base de los nuevos pipeños (otra moda), pero sobre todo, objeto de una revalorización que, persiga lo que persiga, pone en el primer plano a la más chilena de las cepas tintas, una mirada a nuestras tradiciones. Y eso es bueno.
Estos son algunos de los nuevos tintos de cepa país que no se pueden perder.
Tinto de Rulo100% País 2013
$6.000Un debutante en las ligas del país, este proyecto de apenas 2.000 botellas viene de la zona de Itata y, otra vez, es un tinto que se toma con una facilidad que asusta. Un jugo de frutillas para adultos que resultará ineludible en estas Fiestas Patrias, sobre todo si están ante la presencia de empanadas de pino.
San PedroLos Despedidos País 2013
$20.000Fruto de lo que dio solo una barrica de 250 litros, este país es la primera aproximación de San Pedro a la cepa, al menos en su catálogo de vinos premium. Y aunque por la escasa cantidad de botellas producidas, puede considerarse una anécdota que muy pocos van a poder comentar de primera mano, lo cierto es que el vino es rico, jugoso y simple. Como buen país, se bebe fácil.
El Viejo Almacén de SauzalHuaso de Sauzal País 2013
$16.000 (Santiago Wine Club)Renán Cancino es hoy uno de los consultores vitícolas chilenos más requeridos. Su mano en la viña ahora se traslada a la bodega, con su primer proyecto enológico que ya está dando mucho de qué hablar. Son tres vinos: una garnacha, una cariñena y este país, directamente de viejas parras de Sauzal, uno de los terruños más espectaculares para esta cepa en Chile. No se lo pueden perder, sobre todo con choripán.