El absurdo (para los adultos) mundo de "Cars" tiene su propio spin-off en estas películas donde los aviones son protagonistas. Tienen ojos, hablan y son capaces de pilotearse a sí mismos, además de tener sus dramas propios. Esta vez el avión Dusty descubre que un desperfecto técnico le impide competir en carreras de aviones (sí), por lo que se transforma en un avión bombero, de esos que apagan incendios forestales. Mucho mejor que su antecesora, la historia tiene esta vez más aventuras, heroísmo y moralejas para los más pequeños, aunque siga sin tener sentido para los más grandes. Pero qué importa.
"Planes: Fire & Rescue". EE.UU., 2014. 90 min. TE.