Por mucho que las tendencias hoy apunten hacia tintos más frescos, con mayor acidez y menos cuerpo, lo alucinante de este mundo es que siempre va a haber alternativas para aquellos que no se apunten con las modas y quieran seguir con sus tintos potentes y de sabores maduros.
Eso, por un lado. Por el otro está la estacionalidad de los estilos de vinos. Si en el verano lo que uno prefiere es un pinot noir recién saliendo de la hielera, los fríos de esta época piden algo más calórico, con más alcohol, menos acidez y sabores algo más dulces, vinos pensados para acompañar las comidas que a uno le da por comer en invierno.
Es cierto que el estilo del vino prima por sobre la variedad. Un cabernet sauvignon cosechado muy tarde puede funcionar perfecto si se anda en busca de bebidas calóricas para acompañar los guisos y estofados invernales, y lo mismo si a un carmenere se le agrega una buena dosis de madera nueva para aportar sabores dulces. Sin embargo, también está la idea de que hay cepas que gustan de climas cálidos y que dan como resultado vinos más corpulentos y potentes en la boca.
El ejemplo clásico es el syrah, un tinto invernal como pocos. Aunque hoy ya hay muchas versiones que maduran en climas fríos (y que también pueden servir para estos propósitos), la comunidad de syrah de zonas cálidas en Chile sigue siendo mayoría, y ahí ustedes van a encontrar el complemento ideal para una plateada al horno con puré picante.
Pero hay más, partiendo por el carignan, que no puede ser mejor compañía junto a unas longanizas con porotos. Esta cepa tiene una alta acidez, pero sabores dulces y un cuerpo que es fácil que nos pille desprevenidos si no tenemos algo bien potente en el plato.
Si el carignan ya se ha instalado en nuestro país como una cepa seria, hay otras que también gustan de climas cálidos y que, poco a poco, van ganando espacio. Por ejemplo, el mourvedre o monastrell y, por cierto, la garnacha. La primera es recia en textura y enorme en cuerpo. La segunda es un jugo de cerezas dulces con una suavidad golosa. Ahí ya tienen bastante para probar con el siguiente plato de lentejas.