A veces, en esto del vino, uno cae en la cuenta de que nunca podrá probar todos los que se producen en el mundo. Y eso, que puede sonar algo frustrante, la verdad es que en la vida real no lo es tanto. Mientras antes uno se olvide de ese imposible, más pronto se enfoca en la tarea de probar lo más posible. Y disfrutar en el intento.
Lo mismo ocurre con la idea de visitar todas las regiones del mundo del vino. Visitar todas las regiones en Chile ya puede ser una linda meta para los amantes del vino local. Pero ir a todos los países productores de vinos en el planeta suena a utopía, a no ser que, como el francés Jean-Baptiste Ancelot, uno sea joven (tiene 28 años), tenga mucho tiempo disponible (él parece tenerlo. Planea estar en el camino por tres años) y sienta un amor por el vino capaz de hacerlo viajar por 92 naciones productoras en el planeta Tierra. "El 75% de ellos son lugares desconocidos o raros, lugares de los que muy poca gente sabe o ha oído hablar", me cuenta Ancelot, quien desde el 8 de enero ya se encuentra en su primer destino: Sudáfrica.
Precisamente la génesis de este proyecto tiene que ver con esas naciones que rara vez se muestran en los mapas o son reseñadas en las crónicas del periodismo. "Cuando llegué a estudiar sobre vinos a Burdeos, no tenía mucha idea del tema, así es que lo que hice para complementar mis estudios fue comprar muchos libros y mapas de regiones vitícolas. Lo que me di cuenta fue de que solo de un puñado de países había mucha información, mientras que de otros como Sri Lanka, Corea del Sur o Colombia no se decía nada".
El equipo que acompaña a Ancelot tiene cifras concretas: los medios de prensa publican regularmente sobre los vinos de dieciocho países productores en el mundo, lugares como Italia, España, Argentina o Chile. En tanto, hay diecinueve países que apenas se mencionan (Brasil, Bulgaria, Marruecos, Uruguay) y otros 55 de los que no se refiere nada, como el caso de Sri Lanka o Corea del Sur. Incluso de Suecia, donde yo al menos no idea tenía de que había viñas.
"La idea -prosigue Ancelot- es tener un panorama representativo de las 92 regiones que vamos a visitar. Esto significa que habrá bodegas grandes, pequeñas, medianas, famosas y desconocidas. La meta es ofrecer una mirada global al mundo del vino".
Para ofrecer esa idea global, Ancelot y su equipo estarán viajando por tres años, "volviendo cada tres o cuatro meses a Francia para lavar ropa y cargar energías. También tenemos que adaptarnos a los meses de primavera y verano de cada país, para que las imágenes que tomemos tengan vegetación", agrega. La idea, tras estos tres años, es hacer un documental sobre el viaje, y también piensa publicar un libro. "No me doy cuenta de lo que estoy haciendo, la verdad. Solo quiero vivir el momento. Sin embargo, soy consciente de que esta experiencia me cambiará de una manera positiva, dándome una mejor idea de lo que es el vino real en el mundo hoy, en el siglo XXI", dice.
Más información sobre el proyecto se puede encontrar en www.wine-explorers.net. O cuando pase por este lado del planeta, allá por noviembre de este año, en una etapa más de este viaje alucinante por el mundo del vino.