Y, de pronto, aparece este cabernet. Lo produce un enólogo, Pedro Narbona, con las uvas del campo de un amigo, en Panquehue, corazón histórico del Valle de Aconcagua. Cuando Narbona vio esas parras, cuyas uvas su amigo vendía a otras bodegas, dijo que no, que no podía ser, que él tenía que vinificarlas. Y así lo hizo.
El caso es que este cabernet sauvignon, de cosecha 2012, es una delicia de simpleza. Sabores puros y frescos, casi como si se tratara de un cabernet del Maipo, de esos varietales que no cuestan caros y que son como jugos de arándanos con menta, o algo parecido. Vinos para beberlos por botellas.
La comparación con el Maipo, por cierto, no es gratuita. Cuando se piensa en cabernet chileno, es el Valle del Maipo -y con mucha justicia- el que aparece primero en la mente. De ese lugar han venido, históricamente, no solo los mejores cabernet de Chile, sino que los que ofrecen una personalidad más marcada. Pero también está Aconcagua... claro que lo está.
Sin ir más lejos que Panquehue, desde allí nace quizás el primer tinto premium o ícono (o como prefieran) de la era moderna en el vino chileno. Don Maximiano Founder's Reserve de Errázuriz partió con la cosecha de 1983 y hoy es un clásico. Y sí, es casi todo cabernet sauvignon de Aconcagua.
De acuerdo a Francisco Baettig, enólogo de Errázuriz, la viña más identificada con el valle, es difícil generalizar con el clima de Aconcagua y, por lo tanto, con el estilo de los cabernet: "En los viñedos más cercanos al río, donde hay más brisa, el estilo de los cabernet tiende a ser parecido a los del Alto Maipo. Mientras que hacia el interior, en pendientes, son más golosos y maduros".
También algo tiene que ver el suelo. Y corriendo el riesgo de que se me duerman, resumo lo que me explica Baettig: en términos generales, en Aconcagua los suelos tienden a tener más arcilla, lo que en la práctica significa vinos más gordos, más voluptuosos en la boca. En el Maipo, en cambio, hay menos arcillas y más arenas entre los cantos rodados del río, lo que da mayor elegancia, más suavidad.
Habiendo dicho eso, es una apuesta totalmente segura que los amantes del cabernet chileno -que en Chile (y fuera también) son muchos- no se sentirán defraudados si prueban el cabernet de Aconcagua. Como señaló Baettig, quizás puedan resultar algo más cargados en cuerpo, algo más dulces que los de Maipo, pero a veces también tienen todas esas hierbas, esos aromas mentolados y esa acidez con la que los chilenos crecimos. Aquí van algunos de los mejores, ya sea como varietales o como mezclas.
*
Una rareza a precio módicoDon Pedro. Cabernet Sauvignon 2012
El cabernet con el que parte este artículo es una rareza que ustedes podrán comprar por el módico precio que se detalla al final, una verdadera ganga para este vino que se bebe fácil, que no tiene más pretensiones que ser un reflejo de los cabernet de Aconcagua. Esas son las buenas noticias, las malas son que apenas se hicieron dos mil botellas, lo que en términos comerciales es muy poco. Si les pica la curiosidad, vayan directo a su dueño: Pedro Narbona al mail pnarbona@hotmail.com. Precio estimado: $5.000
*
Un clásico cabernet para guardarErrázuriz. Don Maximiano Founder's Reserve 2010
Como les dije, éste es un clásico, y no solo de Aconcagua, sino que del vino chileno en general. Esta cosecha tiene un 78% de cabernet sauvignon (más carmenere, petit verdot y syrah), además se crió con menos madera que en años anteriores (20% menos) en un vino que, si bien es denso y maduro, tiene un frescor más acentuado que otras añadas. Algo tienen que ver en ello las cosechas más adelantadas que el equipo vitícola viene haciendo y también que casi la mitad del cabernet viene de viñedos cerca del río, bañado por brisas. En todo caso, un cabernet para ocasiones especiales o para guardar. Precio estimado: $69.000.
*
Potente tinto que huele a frutas confitadas
Von Siebenthal. Montelig 2007
Aquí el cabernet no es mayoría, pero se nota bastante. Un 40% de la mezcla es cabernet sauvignon, mientras que el resto es carmenere y petit verdot. El calor del año se siente con claridad en un tinto que huele a frutas confitadas y a frutos secos. En la boca es amable y gordo, untuoso y potente, como es el estilo de los vinos de Von Siebenthal, una bodega propiedad de un abogado suizo que se enamoró del Valle de Aconcagua y se fue a vivir allí, para hacer vino. Precio estimado: $32.000.
* Casi cien cabernet, para el asado
San Esteban. In Situ Gran Reserva Cabernet Sauvignon 2010
Aunque no tan conocida como Errázuriz, esta viña está fuertemente identificada con el valle y también con el cabernet sauvignon. En este caso, se trata de un casi cien por cien cabernet con algunas gotas de carmenere y cabernet franc. Es un tinto rico en sabores a frutas rojas muy vivas, como un jugo, pero condimentado con aromas herbales y mentolados. Potente en acidez, pide con muchas ganas un buen asado. Precio estimado: $8.500.