Con una nueva obra en el Museo Parque de las Esculturas, el Instituto Cultural de Providencia rendirá homenaje a Vicente Huidobro y a su libro cumbre, "Altazor o el viaje en paracaídas". Una estilizada ave de cuatro metros de alto, fundida en bronce, y con sus alas abiertas -encomendada al artista Joaquín Murúa- se inaugurará este domingo, 23 de septiembre. El mismo día en que muchos recordarán a Pablo Neruda en el 39º aniversario de su muerte.
¿Coincidencia, sincronía? Como si los poetas quisieran reivindicar su bien ganado prestigio en la literatura chilena del siglo XX, durante este mes se han hecho presentes de distintas maneras, e incluso podría decirse que para ello se han puesto de acuerdo vivos y muertos. Así, Óscar Hahn fue elegido Premio Nacional de Literatura el lunes 3 de septiembre, fecha en que su gran amigo Enrique Lihn habría cumplido 83 años.
En una entrevista realizada al día siguiente, Hahn destacaba a Nicanor Parra como un "monumento viviente" -a propósito de los 98 años que cumpliría el miércoles 5- y esa misma mañana se publicaba la Ley N° 20.619, con la cual el Ejecutivo "autoriza erigir un monumento en memoria del poeta Gonzalo Rojas Pizarro".
Tal como Enrique Lihn, Jorge Teillier murió sin obtener el Premio Nacional, pero este año la Universidad de La Frontera decidió crear un premio con su nombre. Lo obtuvo Manuel Silva Acevedo y se lo entregaron en Temuco el viernes 7...
Junto a Pablo de Rokha -cuyo aniversario de muerte, el 10, pasó inadvertido-, Neruda y Huidobro protagonizaron la más enconada, dramática y por momentos divertida guerrilla literaria. Se disputaban la fama y, sobre todo, el reconocimiento.
Menos megalómanos, también Parra y Rojas, Lihn y Teillier tuvieron rivalidades y rencillas. Igualmente las tienen los poetas jóvenes, y es seguro que las tendrán los que vengan en adelante. Pero lo que queda finalmente es la obra. Y es en ella donde el poeta debe "invertir su capital creativo", en palabras de Óscar Hahn.
Por eso, el mejor tributo que se les puede rendir es leer sus libros, memorizar sus poemas, recitarlos, regalarlos, buscarlos en internet, compartirlos. Es un acierto, entonces, homenajear a Vicente Huidobro evocando su "Altazor", así como se podría pensar en el relámpago a la hora de levantar el monumento a Gonzalo Rojas.