Santiago de Chile.   Mar 07-05-2024
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Langosta, fútbol e ilusión: Juan Fernández vibra con el partido de sus vidas

Este sábado debuta la Copa Chile en una isla de novela. Santiago Wanderers visita a la selección amateur del archipiélago. “O hacemos el ridículo o hacemos historia”, arenga el DT Jorge Garcés. El capitán-pescador, ex cadete de Unión Española, buscó durante cinco años el tesoro pirata. El arquero-profesor-concejal bajó 13 kilos para estar en forma: “Este partido -dice- reivindica jugar por amor a la pelota”.
Antonio Valencia26 de abril, 2024
Pacífico Sur. A 670 kilómetros del continente, el escudo en el pecho de la camiseta azul y verde dice "Selección Juan Fernandez". Una langosta domina el diseño. Por los lados, 1574, fecha de descubrimiento de la islas Desventuradas y de Robinson Crusoe. Abajo, dos helechos. Arriba, dos aves. Un rayadito de masafuera y un picaflor.

Jorge Garcés, conocido en Crusoe como “profesor”, llegó sin terno ni corbata el 23 de febrero a tomar el timón de Juan Fernández. Se instaló en un hospedaje y empezó a armar la selección de la isla, su desafío más exótico.

“Encontré jugadores amateur que son pescadores artesanales, trabajadores municipales, profesores y estudiantes que pese a no ser profesionales del fútbol se han comprometido como tales. Tengo muchachos que van a sorprender”, adelanta Garcés.

“Esto está revolucionado, es histórico para el archipiélago. Vienen desde mitad del año pasado con esto. Arreglando la cancha de pasto sintético, arreglando el estadio que es para 300 personas, construyendo casetas para la TV, comercializando publicidad. Es algo increíble. Muy bonito. Una aventura. Hay ilusión y empeño”, dice Garcés, quien, sorprendido, cuenta que los isleños son mayoritariamente wanderinos.

Santiago Wanderers viajó por mar y por aire. El plantel juvenil navegó 35 horas en el buque Aquiles de la Armada. Mientrs que siete titulares del primer equipo lo hizo en avión, y luego en lancha por 45 minutos desde el aeropuerto al pueblo.

La compleja logística y la imposibilidad de presentar, por costos y capacidad de vuelo, al equipo porteño estelar, tuvo el partido a punto de naufragar. Casi como en la novela Robinson Crusoe. Pero fue rescatado y ratificado. No juegan todos los titulares. Pero si enfrentan a un Santiago Wanderers que se dedica 100% al fútbol como trabajo.

“Indudablemente la diferencia es enorme. Estamos preparándonos para hacer un buen partido. ‘O hacemos historia o hacemos el ridículo’, les dije los muchachos. Su costumbre no ha sido entrenar, nos ha costado lesiones, pero ponen ilusión y empeño. Isla de Pascua perdió 4-0 con Colo Colo en 2009 y ha habido otros resultados abultados. Vamos a ver si se repiten las goleadas o si cambia la historia”, completa Garcés, campeón con Wanderers en 2001 y exDT de la selección chilena.

Jorge Garcés llegó en febrero a formar la selección amateur del archipiélago. "Es una experiencia maravillosa", dice el técnico campeón con Wanderers en 2001.


El capitán del equipo tiene 41 años. Es defensa central. Carlos González se llama. Es el más veterano de la escuadra. Es pescador artesanal. También tuvo otros oficios que le dejaron la cadera averiada. El trabajo duro, con maquinaria pesada, ha dejado sus huellas. “Estuve cinco años en la búsqueda del tesorero con Bernard Kaiser, el gringo que lleva más de 20 años en lo mismo. También trabajé en una ONG caminando 15 kilómetros diarios con 15 kilos en la espalda”, dice.

“Este partido es un sueño para mí, que ya me estoy retirando del fútbol amateur”, confiesa entusiasmado. “Esta es la primera semana que dejamos de trabajar para descansar algo. Hemos estado ‘concentrados’ dos meses. Ha sido durísimo”, agrega. Su rutina era matadora: a la pesca en bote desde las 6 de la mañana, diez horas en el mar pescando vidriola, bacalao, corvina y jurel, de regreso a las 6 de la tarde y entrenado dos horas más desde las siete.

“Trabajo con Aldo Recabarren, otro jugador-pescador de la selección, uno de los arqueros que pelea el puesto. Yo soy defensa, pero empecé de lateral. De chico fui a estudiar a Santiago e hice inferiores en la Unión Española desde los 10 a los 16 años. En el primer equipo estaba el Pelao Acosta, y jugaban el Pony Ruiz, Rabajda, Hugo Rubio. Los veía entrenar y nos apadrinó Juan Carlos González. Después me fui a probar a Wanderers, me dijeron que podía ser en el equipo de tercera división y tiré la esponja. Soy wanderino, y este partido es mi revancha”, apunta el capitán.

Hay otros isleños que se acercaron al fútbol profesional. “Osvaldo Salas pasó por Melipilla, antes estuvo en las inferiores de Iquique. Es volante de contención. Hay varios jugadores interesantes, jóvenes de 17, 18 años. Arriba tenemos dos ‘torres'. Al medio un 10 clásico. Y yo soy con un robot en la cancha, un androide. Juego pese a todas mis lesiones. Doy apoyo psicológico por la presión que habrá al jugar para la TV también. El psicólogo y el kinesiólogo nos ayudan en todo”, confiesa.

La comunidad está comprometida. La selección salió de los cuatro equipos de Crusoe. Los clubes Juan Fernández, Alejandro Selkirk, Camberland y Deportivo Nocturno, estos dos últimos son los más campeones y juegan el clásico.

Dos jugadores, los hermanos Salas, pasan casi siete meses en la isla Alejandro Selkirk, y han sacrificado dinero por entrenar.

“No hay otra opción que dejar en lo más alto a la isla. Hemos sido conocidos por tragedias más que por cosas positivas. El tsunami, la caída del avión… esto nos abre puertas muy grandes”, piensa el capitán.

El rigor del entrenamiento causó cambios en las costumbres y en la anatomía. “Adiós carbohidratos y más frutas, verduras y lo que no solemos hacer tanto: pescados, langostas que acá cuestan $22 mil y en Santiago más del doble. Lo que exportamos, ahora lo comemos. Y cero bebidas. Yo ya he bajado 13 kilos y lo primero que haré después del partido es volver a tomar una bebida luego de dos meses”, confiesa el portero, profesor de educación general y concejal municipal, Héctor Melo.

El profesor Melo, ex seleccionado del cerro Placeres de Valparaíso con batallas en la Copa de Campeones, juega en el club deportivo Juan Fernández, “el decano de la isla, fundado en 1933”, suelta con orgullo. También infla el pecho al tener, por fin, un partido por la Copa Chile en el archipiélago.

“Miramos con envidia sana el partido de Pascua con Colo Colo, porque tenemos mucha más tradición futbolística acá. Desde entonces quedamos con la idea. El autor intelectual de este partido es Henry López, encargado de deportes. Necesitábamos ser considerados. Somos una comunidad de 1.200 habitantes”, plantea.

Es la tercera vez que la isla disputa partidos de fútbol como selección, enseña. “Hubo una en los años 60 y otra en los 80 que jugaron en el continente. El más recordado fue un empate con Palestino”, escarba. El escudo de la selección, precisa, nació el año pasado, con un combinado local de vóleibol.

El arquero-profesor no duda en el sentido profundo del evento deportivo en los tiempos del fútbol-negocio. “Este partido representa jugar por amor a la pelota, por amor al fútbol”, cierra



Antonio Valencia

es redactor de Deportes El Mercurio.

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