Los parrafitos para los chilenos en el exterior
Un fichaje en primera es excepcional: Guillermo Maripán y Gabriel Suazo por Francia, que por lo demás también caben en parrafitos.
Las últimas cartas de la baraja de la generación dorada, Claudio Bravo y Alexis Sánchez, están por cambiar de rumbo y entrar en la última milla.
Los chilenos militantes en los grandes equipos europeos, también en los medianos, se desgranaron de a poco, fue sin querer queriendo, lentamente y así es como todo llega.
El periodismo lo refleja de la siguiente manera: algunas noticias y nombres suben a las portadas y marquesinas, con fotografías y grandes letras, y otras se van al fondo y se aposan en los parrafitos, calugas y breves del mundo.
¿Dónde más se podría informar de esos valerosos chilenos que siguen su profesión por el mundo entero y en cuadros de segunda, tercera, cuarta o quinta?
Un fichaje en primera es excepcional: Guillermo Maripán y Gabriel Suazo por Francia, que por lo demás también caben en parrafitos.
¿Dónde decir que en el Finnkand de Finlandia son chilenos Pérez y Bernal?
¿Creerán en el Orenburg de Moscú que el delantero de apellido Thompson es chileno? Desde luego que no, pero Jordhy nació en la Perla del Norte, que los habitantes de Oremburgo tampoco saben dónde está. ¿Les sonará Antofagasta? No. ¿Chile? Tampoco. Pero Jordhy Thompson es chileno.
Víctor Dávila y Víctor Méndez mediocampistas en el CSKA de Moscú, que suena más.
Darío Osorio de repente suena, porque alguien dice que la rompe en Dinamarca, los daneses del Midtjylland aún no se explican cómo lo hizo, y nosotros tampoco entendemos cómo se pronuncia tanta consonante junta.
Angelo Sagal en el Apollon Limassol y por la isla de Chipre, y Juan Pablo Monreal del valle del Aconcagua saltó al Suwon de Corea del Sur.
Ronnie Fernández se acomoda en el Selangor de Malasia y Junior Fernandes sigue en lo suyo y se mantiene como futbolista activo en el equipo turco Adanaspor.
Un chileno en el Petrzalka de Eslovaquia.
Francisco Sierralta y Marcelino Núñez siguen en carrera y en Inglaterra.
Un chileno en el SK Brann de Noruega.
Ángelo Henríquez por Kaliningrado y en el Baltika Kaliningrado de Rusia.
Y en Nueva Zelanda, Bélgica, Arabia Saudita, desde luego Estados Unidos, por las divisiones bajas de España, Alemania e Italia.
Gabriel Ithal Bello el portero del Salzburger AK 1914 es chileno y en Austria, dicen los que saben, se vive mejor que acá.
Byron Vásquez, un chileno que es más japonés que el sushi, defiende los colores del Machida Selvia, que son azules e intensos.
Bien por cada uno, y también por los últimos naipes de la generación dorada.
Chilenos que hicieron carrera al jugar y son futbolistas profesionales, con mejor o peor fortuna o calidad, pero eso es lo normal y no pasa nada. Bien por ellos y por el tiempo que todo lo encauza.
Al final todos seremos parrafitos.
Antonio Martínez
es periodista y crítico de cine; fue editor de Cultura de “La Época”, jefe de redacción de “Hoy” y director editorial de Alfaguara. Fue corresponsal, desde España, de “Estadio”, y columnista de “Don Balón”. Autor de “Soy de Everton, y de Viña del Mar” (2016), y junto a Ascanio Cavallo, de “Cien años claves del Cine” (1995) y “Chile en el cine” (2012).
