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Editorial
Domingo 21 de diciembre de 2025
Jackson, análisis complaciente
No ha modificado en nada sustantivo su postura y solo reconoce errores tácticos.
Luego de conocerse los resultados de la segunda vuelta, el exministro y fundador del Frente Amplio, Giorgio Jackson, presentó un documento titulado “El fin de un ciclo, ¿qué esperar ahora?”, en el que analiza la política de los últimos 20 años y esboza algunas autocríticas.
El documento pretende tener un carácter académico, por la multitud de citas que introduce de trabajos de cientistas políticos y sociales. Sin embargo, eso no logra ocultar que se trata de su propia lectura de la política chilena desde “el movimiento pingüino” hasta ahora, período en el que el Frente Amplio irrumpe en el escenario. En su apreciación, la crítica que ellos introdujeron al modelo a partir de 2011 modificó el eje de la política del país y sentó las bases para los sucesos de octubre de 2019, los que deben leerse en esa clave y no como un movimiento insurreccional o delictual. Para Jackson, la Convención, que pretendía dar el marco institucional para su proyecto, fracasó por las exageraciones comunicacionales y de contenido de sus miembros, así como por el exceso de independientes electos, sin la disciplina necesaria para convenir una propuesta digerible para la ciudadanía. En ningún momento se hace cargo de que fueron ellos quienes quisieron que las bases facilitaran la elección de independientes, y que poco buscaron aplacar la radicalidad de las propuestas.
Por otra parte, las autocríticas que hace respecto del gobierno de Boric son todas referidas a “errores no forzados” de su sector, ocurridos al fragor de la lucha política —el fallido viaje de Siches a Temucuicui, señales erráticas en la conformación de la coalición, sus propias “torpes” declaraciones de superioridad moral, la desprolijidad de los indultos presidenciales, el error de cálculo en la votación de la reforma tributaria, la fallida venta de la casa de Allende, los casos Fundaciones y Monsalve, entre varios otros—, sin reconocer que el diagnóstico que trajeron y las soluciones que propusieron, todas ideológicamente fundadas, junto a la mala gestión del Ejecutivo, fueron los que condujeron a la temprana desilusión de la población. No solo eso: el que la derecha como sector haya triunfado ampliamente, tanto en la primera como en la segunda vuelta, lo atribuye al nuevo ciclo político mundial, favorable a ese sector por su preocupación por la inmigración y la delincuencia, sin mencionar que ellos, durante tanto tiempo, se opusieron a abordar esos problemas con la seriedad que merecían, lo que claramente los alejó de la ciudadanía.
En resumen, Jackson no ha modificado en nada sustantivo su postura política y solo reconoce errores tácticos. Su autocrítica es mucho más complaciente que punzante, lo que le dificultará reconectar con la ciudadanía como aspira.