Señor Director:

Subir a Lo Curro se ha vuelto un peligro tanto para los automovilistas como para los ciclistas y peatones. El camino es angosto, con curvas cerradas y escasa visibilidad. A eso se suma que muchos ciclistas circulan sin luces ni elementos reflectantes, especialmente en horas de poca luz, lo que los hace prácticamente invisibles.

Ya ha habido accidentes graves, incluso uno fatal, y varios heridos. Es urgente que las autoridades tomen medidas concretas antes de que haya más víctimas.

A eso se agrega el indiscriminado y caótico uso de la calzada para estacionar autos, lo que impide la libre circulación vehicular.

El domingo recién pasado, una ambulancia y bomberos no pudieron pasar debido a esto; finalmente lograron llegar con demora, poniendo en riesgo la atención urgente de las personas que estaban en peligro o necesitaban ser rescatadas.

Este camino simplemente no reúne las condiciones mínimas de seguridad para el tránsito de bicicletas. Por el bien de todos —automovilistas, ciclistas y peatones—, debería regularse estrictamente el acceso en bicicleta a Lo Curro, así como los estacionamientos, que podrían ser restringidos a horarios controlados y con medidas de seguridad adecuadas.

Enrique Bendersky