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Martes 30 de septiembre de 2025
La deuda del Minvu
Señor Director:
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo enfrenta denuncias de una deuda con constructoras que superaría los US$ 1.000 millones. De confirmarse, sería un hecho de enorme gravedad para la política habitacional y la institucionalidad fiscal.
El presupuesto del Minvu se ejecuta en varios años: los subsidios otorgados en un ejercicio solo se materializan parcialmente ese mismo año y el resto en los siguientes, tras un proceso que involucra comités, proyectos, compra de terrenos, licitaciones y construcción. Así, el gasto de un año financia compromisos previos. Es un sistema complejo, pero planificado.
Por ello, una deuda impaga de esta magnitud no responde a la mecánica normal del presupuesto: revela un quiebre en la disciplina financiera del ministerio y amenaza con paralizar proyectos, encarecer nuevas licitaciones y minar la confianza del sector privado en el Estado.
Me correspondió ser ministro de Vivienda durante la primera administración del Presidente Sebastián Piñera, enfrentando la reconstrucción tras el terremoto de 2010 además de los programas regulares. Ejecutamos los presupuestos con rigor, asegurando siempre respaldo para los compromisos futuros. Nunca se acumuló una deuda semejante, lo que subraya la gravedad de la situación actual.
El Minvu debe transparentar la dimensión del problema, entregar un calendario de pagos y asumir responsabilidades. La Contraloría y la Dirección de Presupuestos deben auditar con urgencia la ejecución de los subsidios. Solo con información fidedigna se podrá restablecer la confianza.
Más allá de la coyuntura, el riesgo es evidente: el próximo gobierno podría ver comprometida su capacidad de ejecutar su programa habitacional, afectando a miles de familias que esperan su vivienda. Una de las políticas públicas más sensibles del país no puede sostenerse sobre compromisos impagos.
La deuda denunciada no es un tecnicismo contable: es un golpe a la credibilidad del Estado y un obstáculo grave para la política habitacional.
Rodrigo Pérez Mackenna
Exministro de Vivienda y Urbanismo
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo enfrenta denuncias de una deuda con constructoras que superaría los US$ 1.000 millones. De confirmarse, sería un hecho de enorme gravedad para la política habitacional y la institucionalidad fiscal.
El presupuesto del Minvu se ejecuta en varios años: los subsidios otorgados en un ejercicio solo se materializan parcialmente ese mismo año y el resto en los siguientes, tras un proceso que involucra comités, proyectos, compra de terrenos, licitaciones y construcción. Así, el gasto de un año financia compromisos previos. Es un sistema complejo, pero planificado.
Por ello, una deuda impaga de esta magnitud no responde a la mecánica normal del presupuesto: revela un quiebre en la disciplina financiera del ministerio y amenaza con paralizar proyectos, encarecer nuevas licitaciones y minar la confianza del sector privado en el Estado.
Me correspondió ser ministro de Vivienda durante la primera administración del Presidente Sebastián Piñera, enfrentando la reconstrucción tras el terremoto de 2010 además de los programas regulares. Ejecutamos los presupuestos con rigor, asegurando siempre respaldo para los compromisos futuros. Nunca se acumuló una deuda semejante, lo que subraya la gravedad de la situación actual.
El Minvu debe transparentar la dimensión del problema, entregar un calendario de pagos y asumir responsabilidades. La Contraloría y la Dirección de Presupuestos deben auditar con urgencia la ejecución de los subsidios. Solo con información fidedigna se podrá restablecer la confianza.
Más allá de la coyuntura, el riesgo es evidente: el próximo gobierno podría ver comprometida su capacidad de ejecutar su programa habitacional, afectando a miles de familias que esperan su vivienda. Una de las políticas públicas más sensibles del país no puede sostenerse sobre compromisos impagos.
La deuda denunciada no es un tecnicismo contable: es un golpe a la credibilidad del Estado y un obstáculo grave para la política habitacional.
Rodrigo Pérez Mackenna
Exministro de Vivienda y Urbanismo
